Sting a escena. Sting desplegando su leyenda y sus años en la ruta: habló del experimento sinfónico que hoy presenta en la Quinta, de sus años en The Police, de la mixtura de estilos que siempre ha caracterizado su obra, de derechos humanos, de la Patagonia y del Chile que conoció en los 80 en comparación con el actual.

En la sala de prensa del hotel Sheraton Miramar, el cantante apareció cerca de las 13 horas para hablar con los periodistas y adelantar un concierto que durará cerca de 80 minutos y se extenderá por 17 temas, todos interpretados con la Orquesta Sinfónica de Chile.

"No creo en las diferencias de estilo", ataja el cantante cuando se le pregunta sobre el origen de Symphonicities, el álbum que muestra su fusión sinfónica. "Respeto todo: el folk, el rock, el blues o la música étnica. Estoy interesado en toda clase de sonidos y lo mío es crear un híbrido y hacer algo nuevo y sorprender al mundo", remató.

A la hora de las sensaciones, profundiza: "Siempre hago cosas que me sorprendan. Primero me tengo que sorprender a mi mismo para impactar al mundo. (…) Soy un tipo muy curioso".

Como siempre en su carrera, el Sting musical, tipo de agudo sentido pop, da paso al Sting contingente y social. "Es muy interesante, porque vine 30 años atrás y hoy la gente está mucho más abierta y alegre. Es distinto. Tienen rostros distintos", establece en relación a su debut en la Ciudad Jardín, cuando en 1982 vino con The Police.

Luego sigue:  "Al principio estaban todos extraños, se sentía muy extraño cuando los militares estaban en las calles. Pero ayer llegué y estaba todo diferente. Siempre es bueno volver, porque también he logrado hacer muchos amigos en Chile".

Precisamente en torno a ese lazo con el país, el cantante incluirá en su set un tributo a Chile y, por primera vez en este tour, desenfundará una versión orquestal de They dance alone, canción que compuso en 1988 e inspirada en las esposas e hijas de los detenidos desaparecidos en los 70 y 80. "Soy muy cercano a las madres de Plaza de Mayo", introdujo, en una posible confusión con el grupo nacido en Argentina.  "Voy a cantar ese tema como un pedazo de historia", aseguró.

Un pedazo de historia que tiene a Chile como hito particular y a Sudamérica como una constante fuente de inspiración en su música. "Este continente está en la primera línea en muchos aspectos y le está yendo muy bien en lo económico", declaró, agregando que le encantaría conocer la Patagonia.

CON LA POLICIA

¿Falta algún tema? Sí: The Police, su banda madre, la máquina de singles con la que aterrizó en 1982 y con la que también vino en su gira de retorno de 2007 al Estadio Nacional.

"Fue un bonito ejercicio nostálgico, no creo que hagamos algo más", puntualiza con respecto a esa reunión. Y también alude a su visita de los 80, cuando la prensa y el público los miro como un invitado extraño, pese a venir en la cima de su trayectoria.  "A nedie le gustábamos, fuimos agresivos y quizás la reacción fue interesante. Hemos vuelto a venir muchas veces y el lazo ya es de amistad, de descubrimiento y esto se seguirá enriqueciendo".

Por último, dio su última opinión política, en clara mezcla con sus años en el trío de Roxanne y Message in a bottle. "No creo en el boicot cultural. Vine a Chile cuando estaba Pinochet y mucha gente me dijo que no lo hiciera. Pero mi visita sirvió para contar mi experiencia en este país y lo que le estaba pasando a Chile".

Tras su cita con los medios, el inglés iba a la Quinta Vergara para ensayar por primera vez con la Sinfónica de Chile y conocer el lugar que lo tendrá de vuelta en el país.