Un incógnita. El futuro de Humberto Suazo en la selección nacional quedó a la deriva luego de sellarse el despido del entrenador Claudio Borghi, el miércoles, en Suiza.
Todo indica que el ariete, que no estuvo frente a Serbia por un problema muscular, evaluará su continuidad en el equipo nacional, situación que viene meditando hace tiempo, en especial, luego de la Copa América jugada en 2011 en Argentina, torneo en donde el sanantonino recibió una serie de críticas por su falta de finiquito frente al arco rival.
En septiembre, luego de caer 3-1 ante Colombia en Santiago, Suazo dialogó con el "Bichi" y sus colaboradores sobre su situación en el equipo. En ese momento, el cuerpo técnico de la "Roja" le reiteró al goleador que su importancia en el vestuario iba más allá que su poder de concreción en las redes, algo que el propio jugador reconoció hace algunos días a Canal 13.
"Si el cuerpo técnico me sigue llamando, es porque me necesita. Soy el '9' del equipo, así es que espero que el próximo año sea mejor para mí", señaló, respecto a la confianza que Borghi siempre depositó en él.
La estrecha relación entre ambos, junto con la cercanía del goleador con el preparador físico Hernán Torres, fueron factores fundamentales para que el delantero siguiera defendiendo a la Selección, en donde no anota desde el 11 de octubre de 2011, en la victoria 4-2 sobre Perú, en el estadio Monumental.
Para Borghi, la relevancia de Suazo radicaba en la ascendencia que generaba en el camarín, en donde asomaba como unos de los jugadores más queridos y respetados.
Hoy, con el "Bichi" fuera de la Selección, Suazo tendrá que analizar varios aspectos, teniendo en cuenta que con ningún entrenador en su carrera alcanzó el grado de complicidad que tuvo con el destituido estratega, con quien, incluso, analizó la posibilidad de sólo jugar partidos oficiales y restarse de algunos amistosos.
"Para Suazo, lo más importante será conocer los planes que el nuevo técnico tendrá para él. Hasta ahora, siempre se ha sentido un jugador valorado en el equipo, independientemente de que marque o no goles. Con Borghi tenía una relación especial que iba más allá del nexo entre técnico y jugador", comentó un cercano al goleador histórico de Monterrey.
Otro factor que podría condicionar el futuro del delantero de los regiomontanos es su proyección, pensando en que si Chile clasifica al Brasil 2014, el ariete disputaría el torneo con 33 años.
Ante ello, habrá que esperar la designación del nuevo seleccionador, quien no sólo tendrá la misión de levantar al equipo para los choques ante Perú y Uruguay en marzo, sino que definir el devenir del sanantonino, un jugador que, a lo largo de su trayectoria, se ha movido bastante por los afectos que recibe de cada entrenador y que hoy, en el último tramo de su destacada carrera, espera alguna señal o conversación con el nuevo estratega para luego poder establecer su próximos pasos en la "Roja".