Humberto Suazo anotó dos goles para convertirse en la figura de los Rayados de Monterrey que vencieron anoche por 4-3 a Cruz Azul, en el partido de ida de la final del fútbol mexicano.

En Monterrey, el equipo local se quitó una desventaja de dos goles con dos anotaciones de Suazo, una de Sergio Santana y un autogol del argentino Villa, mientras por la visita convirtieron el paraguayo Christian Riveros y el mismo Villa.

Los rivales no se guardaron nada y salieron desde el primer minuto a matar o morir; los azules desperdiciaron un tiro de esquina y fueron los Rayados en el minuto 4 los que tomaron ventaja en una jugada similar.

Humberto Suazo cobró y el argentino Emanuel Villa, goleador de Cruz Azul, puso la pelota en su propia puerta para que los locales tomaran ventaja de 1-0.

Cruz Azul, que esta semana cumplió 12 años sin ganar un título, no se lamentó, salió a proponer y enseguida hizo el empate, en un tiro de esquina cobrado por Rogelio Chávez, bien manejado por Riveros, quien con un golpe de cabeza lo envió a la red.

A pesar de lograr la igualdad, un resultado que de ratificarse era bueno porque cerrarán la serie en su estadio, los celestes insistieron en busca de goles y en el minuto 18 tomaron ventaja por intermedio de Riveros; en un tiro libre volvió a rematar de cabeza y venció al arquero Jonathan Orozco.

Bien plantado atrás, con dominio del medio campo y mucho empuje, Cruz Azul se adueñó del balón ante unos Rayados desconcertados; en el minuto 35 Gerardo Torrado burló dos defensas, pasó la pelota a Mario Ortiz y éste filtró un servicio que Villa remató para el 1-3 luego de un rebote del portero.

Si bien la contundencia fue el punto fino de los azules en el primer tiempo, su zaga trabajó con mucha inteligencia y en un par de ocasiones dejó en fuera de lugar a Aldo de Nigris, quien llegó a la final como héroe, luego de dar a los rayados el triunfo en cuartos de final y semifinales.

La historia cambió en la segunda mitad; Monterrey dio una muestra de pundonor al arrebatarle la pelota a unos azules que se tendieron atrás y desdibujados, dieron todas las facilidades.

Suazo recibió un servicio de Severo Meza y con un gran disparo al ángulo acercó a su equipo en el minuto 47, mientras que los 75, Santana convirtió de cabeza para empatar el duelo de una manera espectacular.

Mientras Cruz Azul parecía atemorizado, se desordenó atrás y se negó a buscar goles, Monterrey tocó bien la pelota, propuso y recibió el fruto de su apuesta a ganar con un gol de Suazo a un minuto del final.

El portero José de Jesús Corona ejemplificó el nerviosismo de Cruz Azul en el cierre; perdió una pelota que tenía ya en sus manos y Suazo, un depredador del área, apareció y la empujó para dar al Monterrey un dramático triunfo que lo pone cerca del título, que conquistarán, si ganan o empatan el domingo en el partido de vuelta, en el estadio Azul.