Hace dos años que Humberto Suazo no pisaba la cancha del estadio Monumental. La de 2015 fue su última campaña con la camiseta de Colo Colo, del que salió enfrentado con el cuerpo técnico de José Luis Sierra y al que, después, se enfrentó en los tribunales, con una millonaria demanda.

Ayer, Chupete volvió al campo de juego en el que escribió gran parte de su leyenda en el fútbol chileno. Ya no estaba vestido de blanco, sino del lila que recubre a San Antonio Unido, el equipo de su ciudad natal, al que intenta ayudar a ascender a Primera B y en el que, desde que se incorporó, se ha transformado en la principal atracción.

Suazo no estaba solo. En Macul, donde tuvo una lucida participación en la victoria por 0-2 ante el ascendido Deportes Recoleta, lo acompañaron algunos hinchas del Cacique que no olvidan su aporte para el tetracampeonato que consiguió bajo la dirección de Claudio Borghi y también un ilustre ex compañero de camarín en parte de esos tiempos gloriosos en Pedreros: Jorge Valdivia.

El Mago tuvo que apurar el paso después de transformarse en la figura del triunfo albo sobre O'Higgins, en Rancagua. Con ropa de civil y un gorro negro que le cubría la cabeza, se ubicó, en solitario en la parte alta de la galería Arica, el sector norte del Monumental . Desde ese lugar, capturó una historia, con un pasaje del partido, que publicó en Instagram titulada con la frase que inmortalizó Luis Bonini en el túnel de acceso a la cancha del estadio Centenario, de Montevideo. "Vamos Chupete, carajo, te quiero ver", escribió el volante del Cacique, quien compartió con el delantero tanto en los albos como en la Selección.

Suazo se fue feliz de Macul. Además del triunfo de su equipo, el primero en la actual temporada de la Segunda División, logró demostrar su vigencia. De hecho, tuvo directa participación en el segundo gol, que anotó Víctor Carvajal, en los 70', a quien asistió para que definiera el encuentro. La cuenta la abrió el defensor Manuel Ormazábal, en los 14'. Valdivia, el hincha, alentó y disfrutó.