La Baby Roja comienza la fase decisiva para el sueño de clasificar al Mundial Sub 17 de India. El equipo de Hernán Caputto llega al choque frente a Venezuela con un buen registro defensivo: ha recibido tan solo dos goles en cuatro encuentros y, todavía, no pierde un partido en la competición. Los llaneros ocuparon el tercer puesto en el Grupo B y su ataque mete miedo: la Vinotinto convirtió seis goles en igual número de encuentros y luce como figura al centrodelantero Juan Hurtado.

Más allá de la dificultad que representa el rival, en la Baby Roja la preocupación radica en la ausencia de un elemento clave para el sistema de Caputto: el delantero Pedro Campos. El ariete de Universidad Católica había logrado transformarse en la referencia ofensiva del equipo nacional, pero en la victoria frente a Ecuador sufrió un desgarro en los isquiotibiales izquierdos. Hasta ayer, en el cuerpo médico del combinado criollo buscaban determinar la magnitud de la lesión. De cualquier forma, es casi imposible que alcance a jugar en el resto del hexagonal.

Las esperanzas ofensivas, en una escuadra que en la primera fase pecó de falta de gol (en la primera fase marcó apenas cuatro goles), están puestas ahora en Alexis Venegas, quien en el último suspiro frente a los charrúas anotó el 1-1 definitivo, lo que permitió la clasificación en el primer puesto del Grupo A. También en Junior Bórquez, golero iquiqueño de gran proyección y hasta ahora con un desempeño brillante en el Sudamericano

En la defensa, Caputto contará con dos de sus emblemas más importantes: Lucas Alarcón, el capitán, y Sebastián Valencia.

La localía es otra de las armas en las que Chile confía para acceder a la cita planetaria que parte en octubre. El estadio El Teniente, al menos, se ha transformado en una fortaleza que ha cobijado la ilusión.