Un cuaderno de apuntes escritos a mano por el genio descifrador de códigos de la Segunda Guerra Mundial Alan Turing, cuya historia fue narrada en la película de 2014 ganadora del premio Oscar "The Imitation Game", se vendió en más de un millón de dólares en una subasta realizada el lunes en Nueva York.
El cuaderno de 56 páginas fue escrito en el tiempo en que el matemático británico pionero de la ciencia informática estaba trabajando para descifrar el aparentemente indescifrable código Enigma utilizado por los alemanes durante la guerra. El cuaderno contiene complejas anotaciones matemáticas y de ciencias computacionales de Turing, y se cree que es el único manuscrito extenso conocido de Turing que existe, según la casa de subastas Bonhams.
El precio de venta fue de 1.025.000 dólares, unos 620 millones de pesos.
La cinta "The Imitation Game", protagonizada por Benedict Cumberbatch en el papel de Turing, ganó este año el premio a Mejor Guión Adaptado en la entrega de galardones de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
El cuaderno de Turing data de 1942, cuando él y su equipo de criptoanálisis estuvieron en la Escuela Bletchley Park de cifrado y codificación de la Segunda Guerra Mundial de Gran Bretaña. En un fragmento, Turing escribe sobre una notación de cálculo compleja.
"¡Encuentro extremadamente difícil de comprender la notación Leibniz a pesar de que ha sido la que comprendí mejor una vez! Ciertamente implica que alguna relación entre "x'' y "y'' ha sido determinada, por lo tanto, y=x2+3x".
La subasta también incluyó una máquina Enigma, fabricada para el ejército alemán en julio de 1944. Se vendió en 269.000 dólares.
Turing fue procesado por ser homosexual, en un momento en que estaba prohibido serlo en Gran Bretaña. Fue condenado por indecencia en 1952 y aceptó someterse a tratamiento hormonal, como alternativa al encarcelamiento, para "curar" su homosexualidad.
Falleció en 1954 de envenenamiento por cianuro y se determinó que se trató de un suicidio, aunque su familia y amigos pensaron que pudo haber sido accidental. El cuaderno de apuntes estaba entre los documentos que dejó en su testamento a su amigo y colega matemático Robin Gandy.