Los muertos por el ataque lanzado contra el mayor aeropuerto de Pakistán, en la ciudad de Karachi, ascienden a 27 personas, mientras continúa el tiroteo entre fuerzas de seguridad y asaltantes, dijeron fuentes oficiales.

Un agente policial afirmó cerca de las 9.30 hora local (00.30 en Chile) que hay tres insurgentes atrincherados en un hangar, mientras que los otros diez integrantes del comando han fallecido, tres de ellos al hacer estallar cargas explosivas.

Además de los diez atacantes, han muerto nueve miembros de la seguridad del aeropuerto, tres de las fuerzas de seguridad y cinco trabajadores de las instalaciones del aeropuerto de la ciudad meridional. 

La fuente añadió que 23 personas han resultado heridas en el transcurso del ataque, cuatro de ellas de gravedad.

Según la Policía, los atacantes entraron hacia las 23.00 (15.00 horas en Chile) en el recinto y, según medios locales, lo hicieron disfrazados con uniformes del cuerpo de seguridad aeroportuaria.

Los atacantes mostraron tarjetas de identidad falsas para acceder al aeropuerto, donde comenzaron a lanzar granadas tras lo que se inició un tiroteo, según el diario local Dawn.

A pesar de informaciones difundidas ayer por medios locales, los asaltantes no llegaron a ocupar ninguna aeronave, aunque sí hubo disparos alrededor de los aparatos y el Ejército informó de madrugada que todos los pasajeros habían sido desembarcados.

El aeropuerto de Karachi continúa cerrado la tráfico y los otros dos principales aeródromos del país, en Islamabad y Lahore, están en estado de máxima alerta, según dijeron a Efe fuentes policiales de ambas ciudades.

Varias columnas de humo eran visibles ya anoche en el exterior de las instalaciones, que fueron rodeadas por un amplio despliegue de fuerzas de seguridad, mientras el tráfico aéreo fue desviado a otros aeropuertos.

Este ataque a una instalación civil es una de las mayores acciones de los últimos años a cargo de la insurgencia, que hace tres años lanzó un audaz ataque contra una base aérea en Karachi en un asalto que duró 17 horas y dejó una veintena de muertos.