El alza del crudo despierta preocupación entre quienes ven el vaso medio vacío y ponen el foco en los temores de que se frene el crecimiento -y la incipiente recuperación económica- en los países en desarrollo.
Además, hay que recordar que el aumento del petróleo ha sido históricamente el preludio de una crisis: así fue en 1973 y también, aunque por razones diferentes, en 2008.
Pero por otro lado, los productores y exportadores latinoamericanos se podrían ver beneficiados por el incremento de los ingresos derivados de los altos precios. Y por el hecho de que la crisis de la cuna petrolera mundial ha afectado a la producción y al transporte del hidrocarburo.
Así, ya se empieza a hablar de que los productores de petróleo latinoamericanos -entre ellos Brasil, México, Venezuela y Colombia- se aprestan a vivir tiempos de "bonanza petrolera".
¿Y VENEZUELA?
Un ejemplo es Venezuela, donde las exportaciones pueden llegar a suponer la mitad de los ingresos del Estado y hasta el 90% de las divisas. Es decir, paradójicamente Hugo Chávez podría ser el gran beneficiado de los problemas de su aliado libio Muamar Gadafi, según los analistas del sector petrolero.
Mucho se habló en Venezuela de lo insostenible del "socialismo del siglo XXI" y sus políticas basadas en un gasto público expansivo y subsidios directos cuando los precios del crudo tocaron fondo a fines de 2008.
Ahora, aunque con problemas por el elevado gasto público, los vientos parecen ser nuevamente favorables para Chávez. La semana pasada, el barril de Brent, negociado en Londres, alcanzó su nivel máximo en dos años y medio.
Este martes, la sesión del Intercontinental Exchange Futures (ICE) de la capital británica comenzó con el precio del crudo Brent a ser entregado en abril al alza, marcando valores por encima de los US$112.
La fuerte demanda China y los problemas en Medio Oriente han llevado a analistas del mercado a predecir que el repunte podría continuar hasta los US$150 o incluso hasta los US$200, como llegó a decir el economista y especialista en temas petroleros canadiense Jeff Rubin.
Desde el año pasado, el viento ha sido favorable para las empresas estatales brasileña y colombiana, Petrobras y Ecopetrol, respectivamente: ambas informaron ganancias récord en 2010 y, en el caso de la segunda, un incremento en la producción de crudo del 18%.
En el caso de Pemex, de México, la compañía -que financia un tercio del gasto público- logró reducir sus pérdidas en el cuarto trimestre del año pasado.
Los analista coinciden en que el desempeño de las tres empresas podría mejorar aún más gracias a la coyuntura actual.
EL GAS BOLIVIANO
"Y esto no beneficia sólo a los latinoamericanos 'petroleros', sobre todo es bueno para el sector del gas", le comentó a BBC Mundo el experto venezolano del sector Alirio Parra.
"El mejor efecto será para un país como Bolivia, con su intención de incrementar la producción de gas, va a contribuir a reducir las exportaciones de petróleo", dijo el ex ministro de Energía (1992-1994) y también ex director de Petróleos de Venezuela (PDVSA) entre 1975 y 1990.
Por otro lado, el peligro, como apuntó el economista del Banco Mundial Andrew Burns en entrevista con la agencia Reuters, está en que un alza sostenida del crudo sea suficiente para frenar el crecimiento económico de los países en desarrollo entre un 0,2% y un 0,4%.
De momento, ese efecto está por verse. El inmediato, según un informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre la situación del mercado, es que crece la demanda del crudo latinoamericano.
La OPEP prevé que, con Brasil y Colombia a la cabeza, la región incremente su producción en 230.000 barriles diarios hasta rozar los cinco millones, la mayor de todas las zonas que no pertenecen al bloque que reúne a los grandes exportadores.
Pero no sólo por la crisis de los países árabes: también había estado sometido a una fuerte demanda desde Estados Unidos por una avería en un oleoducto de Alaska a mediados de enero, que ya fue reparado.
Como apuntó Parra, la situación "va a estimular más producción y también exploración en América Latina".
"El efecto inmediato: mayores ingresos", concluyó.