Los mercados financieros subieron el lunes ante la esperanza de que los líderes de la eurozona lograran progresos en una reunión de último momento para buscar un acuerdo que evite a Grecia la bancarrota y la salida de la moneda única.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentó durante el fin de semana una propuesta "para un acuerdo mutuamente beneficioso, que proporcionará una solución permanente" a los gobiernos de Alemania, Francia y la ejecutiva de la Unión Europea.
No se hicieron públicos los detalles sobre la propuesta, pero los inversores confiaban en que planteara un esperado compromiso. El índice bursátil de Atenas subió un 8%, mientras que el Stoxx 50 de empresas europeas líderes trepó un 3,3%.
Grecia y sus acreedores internacionales, que incluyen a los estados de la eurozona y al Fondo Monetario Internacional, llevan unos cuatro meses negociando qué reformas económicas debería hacer el país para recibir nuevas ayudas. Grecia necesita dinero pronto, porque el 30 de mayo cumple un plazo de deuda que no puede pagar.
Antes de la cumbre de gobernantes del lunes por la tarde, los ministros de Finanzas de la eurozona se reunirán también en Bruselas para revisar los detalles de la propuesta griega y confirmar si cumple las demandas de los acreedores.
En plena incertidumbre sobre el futuro de Grecia, los griegos han sacado grandes cantidades de dinero de los bancos. La semana pasada se retiraron unos 2.000 millones de euros en tres días.
"Todo el mundo va (al banco) a sacar dinero", comentó Yannis Nikolopoulos en Atenas. La gente, señaló, se lleva "algo de dinero para tener en casa durante 10, 15 días, unos 1.000 o 1.500 euros, porque si los bancos cierran, será un problema ir a la compra y esa clase de cosas".
Alcanzar un acuerdo con los acreedores, afirmó, "es imprescindible a toda costa, de otro modo estamos condenados".
Por su parte, Vassiliki Papanagiotou, abogado en Atenas, pidió "prudencia en ambos bandos" y advirtió que "de otro modo, Grecia se derrumbará".
En las últimas semanas, los acreedores internacionales se han quejado de que Grecia ha tardado mucho o resultado muy vaga a la hora de detallar sus propuestas sobre las reformas que aplicaría para asegurar el rescate internacional.
El nuevo gobierno tiene una estrategia distinta al anterior ante el rescate, dado que prácticamente rechaza la necesidad de medidas de austeridad, a las que culpa de devastar la economía griega. A menudo, esto ha puesto a prueba las negociaciones hasta el borde de la ruptura.
Unas 5.000 personas se reunieron el domingo por la noche en una manifestación pro gobierno en el centro de Atenas. Las fuerzas pro UE se reunirán el lunes por la noche ante el Parlamento griego.