A diario, miles de canciones reversionadas son subidas a YouTube por improvisados artistas. Un tema de los Beatles puede ser encontrado en formato electrónico, acústico, con instrumentos de viento, percusión o sólo con la voz, incluyendo a quienes enseñan la forma correcta de tocar. Y aunque en varios casos existe un verdadero mérito al momento de reinventar el tema, en poco tiempo esta situación podría convertirse en un delito.
Esto, porque las discográficas pertenecientes a la National Music Publishers Association (NMPA) de Estados Unidos, anunciaron una demanda contra las miles de versiones que circulan en internet y que se agrupan en Fullscreen, un canal especial de YouTube que almacena, produce y promociona este tipo de contenido, con cerca de 15 mil canales, 200 millones de suscriptores y 2 mil 500 millones de visitas mensuales.
Evidentemente, los beneficios económicos que los distintos artistas son cuantiosos. Es por ello que según la NMPA, el canal "ha ignorado su obligación de licenciar los derechos del contenido musical que reproduce en su canal", mismo argumento utilizado contra Maker Studios, principal competidor de Fullscreen y con el que ya llegó a un acuerdo.
Esta no es la primera vez que la NMPA emprende este tipo de acusaciones, ya que en 2007 inició una demanda contra YouTube por mil millones de dólares por el "uso y violación de contenido protegido por derechos de autor", perdiendo el juicio por enfocarse en quien almacena los videos y no en quien los sube o recauda beneficios por ello.
Por el momento, la demanda sólo incluye a los canales que tengan publicidad en su sitio, por lo que si subes un video con un arreglo en guitarra, no existirá problema. Sin embargo, eso no garantiza que una acción similar pueda repetirse en el futuro.
Hasta ahora ni YouTube ni Fullscreen se han referido a la demanda.
FUENTE: New York Times