Sudáfrica celebra hoy el vigésimo aniversario de la excarcelación del ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, quien fue liberado el 11 de febrero de 1990, tras pasar 27 años en prisión, marcando así el fin del régimen de segregación racial del apartheid.
"Mientras se abrían las puertas de la prisión, sabía que su libertad significaba que el tiempo de la libertad para todos nosotros había llegado", dijo en las celebraciones Cyril Ramaphosa, ex brazo derecho de Mandela, protagonista de las negociaciones que llevaron al traspaso del régimen del apartheid a la democracia.
Diarios y canales de televisión dedicaron hoy un amplio espacio a los testimonios de la época, mientras que políticos y ex protagonistas de la lucha contra la segregación racial se reunieron esta mañana frente al ingreso de la cárcel de Victor Verster, rebautizada como Centro Correccional de Drakenstein, donde Mandela pasó su último período en prisión.
En la celebración se echó de menos a dos de las figuras más emblemáticas del Congreso Nacional Africano (CNA), el partido de Mandela, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y Winnie Madikizela Mandela, quienes aún al medio día no hacían su aparición. Sin embargo, el CNA informó que Zuma se dirigiría a la nación en una celebración que se hará en un campo de rugby cercano a la ex cárcel.
Se espera que Mandela, de 91 años, llegue esta tarde al Parlamento de Ciudad del Cabo para su única aparición pública de esta jornada. Desde 1999, cuando dejó la presidencia, el Premio Nobel de la Paz limitó sus apariciones públicas a causa de su frágil estado de salud.
El día de fiesta también es ocasión para recordar que, a pesar del fin de la segregación racial, las desigualdades todavía existen en el país, donde el 43% de los 48 millones de sudafricanos vive con menos de dos dólares por día, y que es uno de los países con más altos índices de contagios por Sida.