El gobierno suizo anunció hoy que iniciará un proceso gradual de abandono de la energía nuclear de aquí a 2034.

El reactor de Beznau I, que funciona desde 1969, será apagado definitivamente en 2019, y los Beznau II y Muhleberg -en marcha desde 1971 y 1972- en el año 2022. La central de Gosgen será cerrada en 2029 y la de Libstadt en 2034, según la decisión adoptada hoy por el Ejecutivo helvético, pero que requiere todavía el aval del Parlamento, que abordará esta cuestión en junio.

Cuando las cinco centrales nucleares existentes en Suiza fueron construidas se afirmó que su periodo de vida útil era de 40 años, una planificación que no se ha cumplido, pues en ese caso Beznau I tendría que haber sido desconectada el año pasado.

Los miembros del gobierno prefirieron la alternativa de una salida de lo nuclear a mediano plazo entre una serie de escenarios que tenían sobre la mesa y que iban desde el abandono inmediato de este tipo de energía hasta entrar en un periodo de "reflexión" de diez años antes de tomar una decisión definitiva. Al igual que en otros países de Europa, el reciente accidente nuclear en Fukushima, en Japón, despertó en Suiza una desconfianza generalizada frente a la energía atómica y llevó a descartar los planes de construcción de dos nuevas plantas, cuya autorización estaba en trámite desde 2008.

Para garantizar la seguridad del aprovisionamiento energético, el gobierno apostó por aumentar el ahorro en el consumo y desarrollar la producción hidráulica, de las energías alternativas y de centrales de gas.

La producción de las centrales nucleares suizas cubre el 40 por ciento del consumo de electricidad en el país. Entre las mecanismos de financiación para este cambio de política energética, el gobierno indicó que estudia la posibilidad de introducir algún tipo de impuesto o de un "céntimo energético". El partido de extrema derecha UDC, que es el más votado en Suiza y tiene dos representantes en el gobierno colegiado federal -compuesto por siete miembros- había propuesto dejar que el pueblo decida en un referéndum el futuro de la energía nuclear.

Este fin de semana, una manifestación pacífica contra la energía atómica reunió a cerca de 20.000 personas en los alrededores de la central nuclear de Beznau (cantón de Argovia), convirtiéndose en la protesta más importante de este tipo en el último cuarto de siglo.