Es como si fuera un concierto de rock, porque a tres días del matrimonio del príncipe Guillermo y Kate Middleton ya hay quienes acampan ante la abadía de Westminster, en el centro de Londres, para asegurarse los mejores sitios desde donde contemplar la "boda real" del viernes.
El más fanático, y que ya se ganó el título de ser el primero en llegar es John Loughrey (en la foto), que anoche ya durmió en el templo. El hombre, de 56 años, sólo lleva un saco de dormir y dos tazas de plástico para pasar estos días. Según declaró, "súper fan" de la madre de Guillermo, la fallecida princesa Diana. Por eso viste una polera que dice "Diana estaría orgullosa". En 2007, Loughrey ya durmió varios días ante las puertas de los juzgados donde tuvo lugar la vista judicial sobre la muerte de Diana.
En tanto, mientras los medios internacionales y turistas de todo el mundo se acercan a la capital británica, la policía instó a cooperar con la operación de seguridad. "Tengan los ojos y los oídos alerta", dijo la comandante de Scotland Yard, Christine Jones, en una conferencia de prensa. Según declaró, la policía necesita "la interacción de la multitud" para mantener la seguridad.
A pesar de su llamado, Jones señaló que en estos momentos no hay "información de inteligencia específica" que apunte hacia una amenaza de la seguridad el día de la boda. En total, más de 5.000 agentes participarán en la operación, que se considera una de las mayores de la historia del país.