Una mujer murió en Estados Unidos infectada por una bacteria resistente a todos los antibióticos existentes, indicaron este los centros estadounidenses de control y de prevención de las enfermedades (CDC), suscitando nuevos temores de una propagación de estos agentes patógenos mutantes.
La victima, de 70 años, residente en Nevada (oeste) murió el pasado mes de septiembre infectada por una cepa mutante de la bacteria Klebsiella pneumoniae (bacilo de Friedlander), aislada en una herida que se había hecho en agosto, precisó el CDC en su sitio internet que recién informó este sábado el caso.
Esta bacteria, muy rara, pertenece a la familia de los carbapenem-resistant Enterobacteriaceae (CRE), unos organismos resistentes a todos los antibióticos del mercado, incluidos la última línea de defensa, la colistina. Este antiguo antibiótico es el único que todavía es eficaz contra esta bacteria "de pesadilla", según explicó el doctor Thomas Frieden, director del CDC.
La mujer, hospitalizada en agosto en Nevada, había sido aparentemente infectada en India, donde fue tratada por una fractura en una pierna.
India tiene más casos de infecciones resistentes que Estados Unidos a causa de la mala calidad el agua y de las malas condiciones sanitarias, lo que obliga a la población a consumir más antibióticos.
El pasado mes de mayo se detectó por primera vez una bacteria super-resistente en Estados Unidos en una mujer de 49 años, que consiguió sobrevivir.
Este descubrimiento intensifica los temores de una pérdida de eficacia de los antibióticos, lo que haría muy peligrosas infecciones que hoy en día son benignas.
Esta bacteria "es considerada por casi todos las organizaciones sanitarias, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), una 'amenaza urgente para la salud humana'", indicó en un comunicado el profesor Nick Thomson, director del grupo de genómica bacteriana del Wellcome Trust Sanger Institute en Reino Unido.
Este experto revela que la gran frecuencia de los viajes internacionales y la mala calidad de los tratamientos en algunos países han facilitado la difusión de este agente patógeno en Estados Unidos.
Por su parte, la OMS advirtió que el fenómeno de resistencia a los antibióticos representaba "un peligro inmenso" y que, si no se tomaban medidas, el planeta se dirigiría hacia una "era post-antibiótica en la que las infecciones corrientes podrían empezar a matar".
En 2016 el gobierno británico estimó que, en ausencia de medidas para detener la resistencia a los antibióticos, podrían morir al año 10 millones de personas a causa de infecciones bacterianas de aquí a 2050, lo que significaría una cifra mayor que las muertes por cáncer.