El número de los milicianos del Estado Islámico muertos por la acción de la superbomba estadounidense la noche del jueves en una zona de Afganistán llegó a 94, según datos actualizados del gobierno regional.
Entre las víctimas del ataque contra cuevas e instalaciones yihadistas en la provincia oriental afgana de Nangarhar donde se utilizó por primera vez el mayor explosivo convencional figuran cuatro mandos de los fundamentalistas.
Un comunicado del gobierno provincial precisó que se trata de "Hamza Abubakar Hamid, Muhammad Ibrani y Walaykin, hermano de Saeed Hazeez".
Por otra parte, se supo hoy que el gobernador del distrito de Kot (este de Afganistán, provincia de Nangarhar), Haji Ghalib, resultó herido en la explosión de una bomba de fabricación artesanal, conocidas como IED.
Ex detenido en Guantánamo, Ghalib ya se ha comprometido a trabajar con el gobierno afgano y de asumir la responsabilidad de dirigir uno de los barrios más difíciles de Afganistán, en la frontera con Pakistán.
En los últimos tres años ha sobresalido en las operaciones policiales contra Estado Islámico y la insurgencia talibán, tanto en su distrito, como en el de Achin, donde el jueves Estados Unidos lanzó la "madre de todas las bombas".