El Superclásico de mañana comenzó a jugarse hace mucho tiempo. Fue, exactamente, el 19 de octubre del año pasado, hace ya casi cinco meses. Esa calurosa tarde, albos y azules se enfrentaron en el Estadio Monumental y, una vez consumada la victoria local (2-0), se iniciaron las disputas verbales y virtuales, que tendrán su punto cúlmine en la cancha del Estadio Nacional, mañana a las 16.00 horas, 146 días después.

Luego de perder el invicto frente al archirrival, Johnny Herrera se refirió al delantero albo Felipe Flores como "chipamogli", en alusión a un personaje televisivo asociado a la marginalidad. Fue la primera pachotada en una larga disputa.

La respuesta no se hizo esperar. El propio ariete colocolino replicó diciendo que "no es de hombres hablar después de los partidos".

Las declaraciones cruzadas no terminaron. Un par de semanas después, a comienzos de noviembre, Julio Barroso puso en tela de juicio la probidad del torneo chileno y, de paso, lanzó una soterrada acusación en contra de la U, asegurando que "los campeonatos no se compran, se ganan", cuestionando el título azul de 2012, que Barroso perdió con O'Higgins, y objetando implícitamente la definición del Apertura 2014, en curso por ese entonces.

En la vereda contraria, la réplica fue casi inmediata, y el zaguero albo fue acusado de "ensuciar innecesariamente el torneo".  

No pasaría mucho tiempo antes de que se generara una nueva polémica. Tras el título laico, alcanzado el 6 de diciembre de 2014 luego de derrotar a Unión La Calera por 1-0, y que Colo Colo cayera frente a Santiago Wanderers  por 2-0, Gustavo Lorenzetti y Patricio Rubio publicaron en sus redes sociales una foto simulando un llanto. "Habían hablado mucho de nosotros y les tapamos la boca", explicaría más tarde el Duende.

El comienzo de año no sería más tranquilo. El 15 de enero, Herrera y Emiliano Vecchio se enfrentarían luego de que el portero ironizara con el cristianismo del transandino, quien, a su vez, escribió en Twitter no sentir vergüenza por leer la Biblia,  pero "sí de salir a la calle sabiendo que maté una persona", a lo que se sumó Juan Ramírez, PF albo, quien escribió: "Dios te dio manos para atajar, pero no para manejar", en alusión al accidente protagonizado por el meta universitario en 2009.

Todas estas rencillas aumentan la hostilidad del duelo de mañana. Si hay cuentas pendientes, se sabrá cuando comience el juego, terminando así una previa de cuatro meses y 23 días.