La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) recaba antecedentes de la mayor acerera chilena. CAP, compañía que vale en Bolsa US$4.100 millones, es presidida por Roberto de Andraca, y su controlador desde 1998 es Invercap, una sociedad de inversiones que tiene el 31,32% de la acerera. La matriz es la llave de CAP. Y la SVS quiere saber quién la maneja.
En la primera quincena de octubre, el organismo fiscalizador envió un oficio para dilucidar la estructura de control de Invercap. En particular, la SVS consultó al empresario Juan Rassmuss Echecopar, un ex aliado de De Andraca que se distanció de él en marzo, por qué no ha declarado que es el controlador de la firma, en circunstancias que tiene el 39%.
Las respuestas a las interrogantes están en la Ley de Mercado de Valores. El artículo 97 establece que el controlador de una sociedad anónima es quien elige a la mayoría del directorio o quien influye decisivamente en su administración. El artículo 99 explica lo segundo: quien posea más del 25% de las acciones de una sociedad tiene influencia decisiva en ella. En ese caso está Juan Rassmuss. Sin embargo, la ley establece algunas excepciones. Una tiene efecto en Invercap: que exista otra persona o grupo de personas con acuerdo de actuación conjunta, que controlen, directa o indirectamente, un porcentaje igual o mayor.
Rassmuss envió la semana pasada su respuesta a la SVS y en ella alude a esta circunstancia. Es decir, otro grupo, liderado por Roberto de Andraca, tiene más votos que él. Y ejerce, por ende, el control de Invercap.
EL DIRECTORIO
Descontento con la forma de gestionar el grupo, Rassmuss decidió en abril romper la histórica alianza con De Andraca y usar sus acciones. Renunció a la firma y eligió a tres de los siete directores de Invercap: su hijo Juan Rassmuss Raier, el abogado Fernando Harambillet y el ex embajador de Chile en República Checa Marcelo Rozas. Los otros cuatro electos fueron Roberto de Andraca, Sven von Appen, Eddie Navarrete y Fernando Reitich.
El propio De Andraca deslizó tras esa junta que hubo una comunión de intereses. "El único objetivo de Invercap es ser dueña del 31% de las acciones de CAP. Es la controladora de la CAP. En Invercap, siempre los accionistas se ponían de acuerdo y elegían siete nombres, entre los cuales estaban Juan (Rassmuss) y yo. Ahora Juan decidió elegir a tres y los otros accionistas se pusieron de acuerdo en los otros", dijo De Andraca en mayo.
El directorio eligió en abril por mayoría a De Andraca como presidente. El grupo Rassmuss pidió el cargo de vicepresidente, pero se lo negaron, designando ahí a Sven von Appen. Además, Rassmuss solicitó autorización para que uno de sus directores asistiera, en calidad de oyente, a las sesiones de CAP, algo que había ocurrido antes en otros casos. Rassmuss hizo esa petición ya que, reclama, sus tres directores en Invercap no son informados de lo que ocurre en CAP, donde, en cambio, sí se repiten los otros cuatro directores de Invercap: De Andraca, Von Appen, Navarrete y Reitich. La disputa se agudizó luego: Rassmuss acusó poca transparencia en una negociación con la japonesa Mitsubishi, dueña del 19% de CAP, para ingresar a la filial Compañía Minera del Pacífico.
VOTOS DE ABRIL
Rassmuss negó a la SVS tener la condición de controlador de Invercap y la atribuyó al grupo que lidera Roberto de Andraca, empresario de 75 años que preside CAP desde hace dos décadas. Una prueba de ello, según Rassmuss, sería la votación de la junta de accionistas de abril, donde se renovó el directorio. Las tres sociedades de Rassmuss votaron por 58 millones de acciones. Sin embargo, no son mayoría: cuatro funcionarios y ejecutivos ligados a CAP y la Fundación CAP votaron por 80 millones, según las actas de la junta (ver infografía). Uno de ellos, René Camposano, tesorero de CAP, ejerció poderes por 20 millones de títulos a nombre, dice una fuente ligada a Rassmuss, de tres sociedades: Lacerta, Goran y Syracuse. "Son de inversionistas extranjeros. Creo que una de una compañía de seguros y las otras dos no sé", dijo De Andraca sobre esas firmas.
En su memoria, Invercap asegura que no tiene controlador ni pacto de actuación conjunta. Su presidente, Roberto de Andraca, tiene sólo el 1%. En la SVS declinaron comentar el caso y dijeron que aún están analizando los antecedentes recopilados.