Más de 700 niños de Cerro Navia quedaron sin escuela el 30 de diciembre de 2013. Muchos no lo sabían, pero la Corporación Municipal de esa comuna, que es presidida por el alcalde Luis Plaza, había decidido cerrar cuatro establecimientos municipales. El motivo aducido era falta de financiamiento, baja matrícula e infraestructura deficiente.  Cuatro meses después, el seremi de Educación Metropolitano, Felipe Melo, invalidó la medida, "debido a que estos cierres no se habían hecho de acuerdo con la normativa".

Melo detalló que si bien el seremi anterior, Alan Wilkins, aceptó la renuncia voluntaria al reconocimiento oficial hecha por la corporación, la resolución fue invalidada. "No se cumplió con la exigencia de comunicar a todos los apoderados vía carta certificada y tampoco con los plazos establecidos".

Pese a la invalidación del cierre y a que la Corte de Apelaciones de Santiago resolvió en junio que la Corporación Municipal de Cerro Navia, como sostenedor de las escuelas, está obligada a prestar el servicio educacional, esto no ocurrió. Ante esto, la Superintendencia de Educación nombró el 9 de julio por primera vez un administrador provisional, para asegurar la reapertura de las cuatro escuelas cerradas: Sargento Candelaria, Trevisio Girardi, Ciudad Santo Domingo de Guzmán y Santander de España.

Las tres primeras fueron reabiertas el 28 de julio y cada una ya alcanza cerca de la mitad de la matrícula que tenía a diciembre de 2013. En la reapertura tuvieron un rol protagónico los apoderados , quienes elaboraron un plan de reapertura con una propuesta de planta docente y con fichas de compromiso de matrícula, según contó el seremi (ver nota secundaria).

La dirigenta del Centro de Padres de la Escuela Sargento Candelaria, Irma Meza, contó que "los apoderados decidimos defender las escuelas, porque son parte de cada una de las poblaciones de la comuna y porque los niños no querían ser trasladados a otros colegios".

En tanto, la apoderada de la escuela Trevisio Girardi, Rosemarie Kohnenkamp, planteó que "nosotros queremos educación pública, creemos en la calidad de las escuelas" y recordó que "no todos los padres tienen recursos para pagar un colegio particular subvencionado". Según cuentan las apoderadas, hubo niños que fueron discriminados en otras escuelas y que incluso debieron recibir atención sicológica.

La administradora provisional, Cecilia Brito, indicó que aún se encuentra trabajando en el proceso de contratación de personal para las tres escuelas que fueron reabiertas. Y con respecto a la cuarta escuela cerrada el año pasado, Santander España, dijo que su reapertura "aún está en evaluación, porque tiene problemas de infraestructura y ese establecimiento estaba a la espera de la reconstrucción posterremoto".

El seremi subrayó que "el cierre de estas escuelas se oponía al compromiso de la presidenta de fortalecer la educación pública".

"FUIMOS A LAS CASAS"

El director de la escuela Sargento Candelaria, Alejandro Guzmán, contó que en diciembre del año pasado ese establecimiento cerró con una matrícula de 220 alumnos. El 28 de julio se reabrió con 65 niños y a la fecha ya cuenta con 124 estudiantes. "Cuando ya nos confirmaron la reapertura comenzamos a llamar a los papás y fuimos a las casas a buscarlos para contarles que íbamos a volver a hacer clases, muchos estaban esperando", indicó Guzmán.

PRIMERA VEZ

Pese a que la figura de administrador provisional existe desde 2006, nunca se había invocado. La designación se produce justo cuando en el Congreso se discute el proyecto que crea el interventor para instituciones de educación superior que apunta a no repetir casos como el de la U. del Mar. Además, la iniciativa modifica algunos aspectos del administrador para colegios, estableciendo nuevas causales y modificando los plazos de permanencia en el cargo. El proyecto está en el Senado en la revisión de indicaciones.