Las estimaciones de la prensa arrojaron un cálculo impresionante: uno de cada veinte habitantes del Reino Unido intentó conseguir una entrada para ir el 10 y 11 de agosto de 1996 al parque Knebworth, ubicado a 50 kilómetros al norte de Londres, para ver en vivo a la que por entonces se erigía como la banda más popular del rock inglés desde los Beatles. De ahí los rostros de asombro de los integrantes de Oasis, mientras sobrevolaban en helicóptero el predio con 125 mil personas gritando su nombre antes del primero de sus dos conciertos en el lugar, que terminaron congregando a 250 mil asistentes.

La escena, que con el tiempo se convirtió en la imagen icónica del auge del quinteto de Manchester -y de la consagración masiva del britpop hace dos décadas- es la que da inicio a Supersonic, el recientemente estrenado documental de Mat Whitecross (Camino a Guantánamo) que en casi dos horas de metraje reconstruye la explosiva irrupción de Oasis en la escena musical, a mediados de los años 90. Tras su debut en salas de Europa y Estados Unidos el mes pasado, el filme ya tiene fecha confirmada de estreno en Chile, como parte de la próxima edición del festival In-Edit Nescafé, que se realizará en Santiago entre el 1 y el 11 de diciembre.

A cargo de los mismos productores de Amy, el aclamado documental biográfico de Amy Winehouse, Supersonic llega al evento capitalino precedido de elogiosas críticas, que lo han convertido en uno de los títulos imperdibles de la temporada. "Un memorable y atronador flashback a uno de los últimos momentos de la historia de la música en que un grupo de cabezas huecas podían conquistar el mundo con guitarras", dijo la reseña de Variety sobre la película, que cuenta con los testimonios y la aprobación de los hermanos Gallagher, retratados en el filme en todos sus claroscuros: por un lado, su cúspide artística, las ventas millonarias y los recitales abarrotados. Por otro, sus constantes peleas, varios conciertos para el olvido y problemas con el alcohol y drogas.

Hace un par de semanas, en Twitter, el ex vocalista del grupo, Liam Gallagher, dejó en claro su apoyo al proyecto: "Acabo de ver el primer corte de la bíblica película de Oasis. Es un verdadero filme, sobre una verdadera banda para fans de verdad, no para los falsos", señaló en la red social.

Esa referencia a lo "bíblico" que usó el frontman no es tan exagerada. En la cinta, Whitecross, quien ya había incursionado en las biopics musicales con Ian Dury: Sex & drugs & rock & roll, relata el épico e impensado ascenso de los Gallagher como si se tratara de Caín y Abel: dos hermanos de actitud matonesca y llenos de envidia mutua, criados en los barrios bajos de Manchester y descubiertos por el productor Alan McGee en un pub de Glasgow en 1993, para luego llegar a transformarse en estrellas planetarias gracias a los dos discos más exitosos del rock británico de mediados de los años 90, Definitely maybe (1994) y (What's the story) morning glory? (1995).

Construida en base al relato de sus propios protagonistas, junto a material de archivo, segmentos con animaciones y más de una imagen inédita cedida por los músicos -Noel Gallagher es uno de los productores asociados del filme-, Supersonic es, además, la crónica de un fenómeno fugaz. De hecho, la película se concentra en el periodo que va desde 1993 a 1996, antes de la publicación de Be here now -un tercer álbum con una respuesta más tibia que los anteriores- y que las peleas de sus líderes comenzaran a erosionar el proyecto, que terminó definitivamente y luego de varias idas y vueltas en 2009.

¿El regreso?

A siete años del último concierto de la banda, todo parece indicar que en Supersonic subyace otro objetivo mayor. Según diversos sitios especializados, el documental que llega en diciembre a Chile busca volver a instalar en el ambiente al quinteto británico, ad portas de un eventual regreso a los escenarios.

Sin ir más lejos, en los últimos días medios como NME y Noise 11 han publicado información que confirmaría la reunión de los autores de Wonderwall para el próximo año, con una serie de shows en estadios de gran capacidad, para el que incluso ya habría banda soporte: Ride, histórico conjunto liderado por el guitarrista Andy Bell, quien estuvo en Oasis desde 1999 para luego sumarse a Beady Eye, el proyecto que armó Liam tras el fin de Oasis.

Todas estas versiones se condicen con lo expresado por el director del documental, quien consultado sobre una posible reunión del grupo, aseguró que "ninguno de ellos ha descartado la idea de juntarse de nuevo. Estoy seguro de que sucederá, la idea de no volverlos a ver juntos es imposible".

Para reforzar la teoría, el propio Liam Gallagher alimentó las esperanzas en una entrevista que concedió a Q Magazine en agosto, donde le mandó un mensaje a su hermano: "Oasis navegará de nuevo y va a ser glorioso. Si es realmente por los fans, Noel, vamos a hacerlo, porque ellos así lo quieren. Una gira de un año. Sería un bombazo. Mis maletas todavía están hechas de mi última gira, así que estoy listo".