Barack Obama ha dicho que se trata de una "crisis humanitaria". Y las cifras respaldan las palabras del presidente norteamericano. Desde el 1 de octubre de 2013, más de 57 mil niños, en su mayoría centroamericanos, han sido atrapados al cruzar la frontera con México. La situación es tan crítica que la Casa Blanca pidió que el Congreso apruebe, a modo de emergencia, US$ 3.700 millones extras para ayudar a gestionar la ola de niños inmigrantes que llegan a EE.UU. de manera ilegal y sin sus padres, porque la agencia de seguridad responsable de devolver a estos menores se quedará sin dinero a mediados de agosto. Aunque el organismo de Aduanas y Protección de Fronteras posee 20 mil agentes de patrulla fronterizos, hay quienes desean resolver esto por sus propias manos.

Conocidos son los "coyotes" -en su mayoría mexicanos, que cobran a los ilegales para cruzar la frontera-, pero al otro lado también operan rancheros armados que quieren impedir el paso de los migrantes. Pero ahora han aparecido, además, unas milicias de autodefensa estadounidenses que se hacen llamar Patriotas. Según el diario El Universal de México, esta coalición de vigilantes civiles antiinmigrantes lanzó una operación armada llamada "asegurar nuestra frontera", que por supuesto ha sido rechazada por el gobierno de Obama. Estas autodefensas pretenden defender la propiedad privada de narcos y pandillas, pero también de los inmigrantes ilegales.

Para su propósito se encuentran reclutando, entrenando y enviando a hombres armados al sur de Texas. En un video que el vocero del grupo, Denice Freeman, subió a YouTube, se revela el objetivo de los Patriotas: a todo ilegal que cruce la frontera, se le apuntará un arma "justo entre los ojos" y se le obligará a dar vuelta atrás.

PAISES VIOLENTOS

La oposición republicana ha exigido deportaciones más rápidas de los sin papeles. Guatemala, El Salvador y Honduras lideran la ola de los niños migrantes centroamericanos. El jueves, los líderes demócratas de ambas cámaras dejaron abierta la opción de acelerar las deportaciones.

Se piensa que la mayoría de los niños que llegan a EE.UU. sin sus padres huyen de sus respectivos países debido a las pandillas, la violencia y la pobreza. De hecho, estos países figuran entre los más violentos del mundo.

Según la ONU, Honduras es la nación más violenta, con 90,4 homicidios por cada 100 mil habitantes. En cuarto lugar se ubica El Salvador (41,2) y en quinto Guatemala (39,9).

De acuerdo con The Wall Street Journal, la probabilidad de que los menores sean deportados es pequeña, debido al proceso burocrático que deben pasar para ser devueltos. Según cifras oficiales, en 2013 sólo fueron deportados 1.600 niños. Hoy hay 41.382 casos pendientes.