No alcanza a ser un viejo truco, pero siempre vale la pena intentarlo. Una buena forma de sacar al pizarrón un restaurante japonés, o sushibar, es yendo directo a su sashimi. Esos trozos de pescado crudo (o mariscos tipo pulpo) revelan bastante información: la pulcritud de su corte, por un lado, denota manejo técnico; en tanto que el brillo de sus carnes y lo túrgido en su consistencia revela preocupación por un producto que debe ser a prueba de fallas en el ítem frescura. Ese par de observaciones superadas le otorgan credenciales de calidad a pocos. Y ahí, en esa lista, se anota Sushi Home con toda confianza.
Esa seguridad se cimenta en cortes de salmón, atún y pejerrey ($ 6.200 la porción de nueve unidades) impecables en ambos aspectos, donde resalta el pescado blanco marinado en vinagre. De ahí en más, las posibilidades de que esa doctrina de frescura se extienda al resto de su cocina fría son altas. De todos modos, el lugar, afincado en una estratégica esquina desde hace cuatro años, posee reputación en tal sentido, en un espacio de guiños japoneses evidentes, pero donde pesa más el lúdico juego de decenas de rolls de estilo internacional, sumado a creaciones de la casa. Dos pisos donde el entretenimiento culinario supera a la tradición, en un entorno (el plan viñamarino) donde aquel ideario es pertinente y necesario para destacar. Ejemplo: la Tataki Tuna Salad ($ 7.500) es una pequeña cantidad de hojas de lechuga y berros, que en realidad eran una excusa en tono verde para que gruesas y muy bien selladas lonjas de atún se lucieran en un plato de aderezo pronunciado y elegante.
Otro ejemplo clásico de cualquier sushibar que se precie de tal: un Rainbow Roll ($ 5.500) con cobertura de palta Hass cremosa y salmón, rodeando queso crema y kanikama en el centro, muestran un producto impecable. Lo mismo para el Anchoa Roll ($ 5.000), donde el poderoso interior de pescado en salmuera se contrarrestó con una salsa dulzona que hizo de grato contrapunto agridulce. Con arroz un tanto más compacto, el resultado hubiesa sido perfecto.
De tener más cuidado en la cocina caliente, la noche culinaria hubiese subido otros tantos puntos. La falta de cocción en la masa de las Gyosas Vegetarianas ($ 2.500), en absoluto blandengues, fue un paso en falso digno de cuidado. Un lado flaco bien disimulado por otro tipo de detalles que alivianan cualquier yerro desde la vaporera: un servicio preciso y de marcado acento transandino que recordó de memoria cada uno de los platos, fluidez en pedidos preparados a la minuta, espacios cómodos y una sensación de estar parados en un propuesta culinaria efectista y efectiva, que a la larga dio buenas razones para pensar que en términos de cocina fría con aire nipón, en la Quinta Región se tiene donde recalar de lunes a domingo.
FICHA
Dirección: 5 norte 490, esquina.2 Poniente, Viña del Mar
Teléfono: (32) 2693855
Horario: lunes a domingo, almuerzo y cena
Consumo promedio: $ 15.000
Calificación: 6