El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Michael Somare, fue suspendido de sus funciones durante dos semanas tras ser hallado culpable de hasta 13 cargos de omisión en la declaración de su patrimonio desde hace veinte años.

Así lo decidió anoche un panel especial de tres jueces, uno de los cuales quería destituir al jefe del Gobierno, según informó la agencia australiana AAP.

Somare pasará los próximos catorce días en su casa particular y sin recibir su sueldo, mientras el cargo será asumido de forma interina por el viceprimer ministro, Sam Abal.

Los magistrados papuanos indicaron en su fallo que la omisión del patrimonio del primer ministro puede ser considerado fraude fiscal, pero no es un acto lo suficientemente grave como para sustituirle en el poder.

No obstante, el juez Robin Auld señaló que esta actitud "muestra un grave desprecio hacia sus obligaciones constitucionales".

Somare se disculpó por no haber remitido declaraciones correctas al fisco papuano y aseguró que Abal está perfectamente capacitado para ocupar su lugar de manera provisional.

Poco antes de la pasada Navidad, el líder papuano anunció por sorpresa su renuncia tras ser acusado de corrupción y ocultación de bienes, pero después de cinco semanas de vacaciones decidió volver a ser primer ministro sin ofrecer explicación alguna.

En aquella ocasión, también dejó al cargo a su mano derecha Abal.

Somare, uno de los líderes políticos más veteranos de la región de Asia-Pacífico, fue nombrado por primera vez jefe del Ejecutivo en 1975, cuando Papúa Nueva Guinea obtuvo la independencia, y fue reelegido en las elecciones celebradas en 1982, 2002 y 2007.