Las autoridades iraníes destituyeron a un juez y suspendieron a al menos doce policías por su conexión con los abusos cometidos en el centro de detención en Kahrizak, situado en el sur de Teherán, informó hoy la agencia de noticias local Mehr.
Según el diputado Parviz Sarvari, miembro de la comisión especial que investiga las supuestas violaciones a personas detenidas durante los disturbios que estallaron tras las elecciones presidenciales de pasado 12 de junio, se procesaron a los trece funcionarios.
Sarvari señaló que la comisión, tras haber entrevistado a prisioneros que fueron liberados, responsables del centro de detención y jueces, se decidió destituir de sus funciones a casi todos los que trabajaban en el penal.
"El comité especial ofrecerá en los próximos días un informe de sus investigaciones ante los periodistas", señaló Sarvari.
Nada más conocerse el resultado electoral, que la oposición no acepta y considera fraudulento, miles de personas salieron a protestar a las calles de Irán.
En las manifestaciones murieron una treintena de personas según cifras oficiales y unas 4.000 fueron detenidas.
La cárcel fue cerrada a finales de julio por orden del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí, después de que salieran a la luz informaciones sobre el maltrato y la violación de derechos de los prisioneros.
Tras el cierre, fueron destituidos y arrestados el alcaide y tres agentes.
El clérigo reformista y ex candidato presidencial Mehdi Karrubi denunció incluso abusos sexuales a los detenidos, acusación que las autoridades negaron.
A este respecto, Sarvari recordó hoy que Karrubi aún no presenta pruebas a la comisión.
"Las acusaciones de Karrubi sobre las torturas y abusos sexuales de los prisioneros políticos durante los últimos sucesos son totalmente falsas y carecen de fundamentos", dijo Sarvari quien acusó a Karrubi de cometer errores desde que denunció el fraude electoral.