El juicio contra quince de los policías acusados de la matanza de 111 presos ocurrida en 1992 en la cárcel de Carandirú, que era el mayor penal de Sao Paulo antes de su desactivación, fue suspendido hoy hasta que sea fijada nueva fecha. 

La suspensión de la tercera fase del juicio, que comenzó el lunes, se produjo después de que el abogado de la defensa, Celso Vendramin, abandonara el plenario del Fórum Criminal de Barra Funda, en Sao Paulo, tras discutir con el juez Rodrigo Tellini de Aguirre Camargo durante el testimonio del coronel Arivaldo Sergio Salgado.

El coronel, comandante de la tropa 15 de la Policía Militar del Comando de Operaciones Especiales en la época de la matanza, estaba siendo interrogado por el fiscal, quien comparó la versión realizada hoy por Salgado con la declarada por él mismo hace veinte años.

Tras el interrogatorio del fiscal, el abogado salió de la sala "en protesta contra ese tipo de inquisición", dijo.

Tras su salida, el jurado fue disuelto y el proceso tendrá que ser retomado en una nueva fecha y con un nuevo grupo de jurado.

En las primeras etapas del masivo juicio, concluidas el año pasado, es decir 21 años después del múltiple crimen, 23 de los policías acusados fueron condenados a penas de 156 años de prisión y otros 25 a condenas de 624 años.

La matanza ocurrió en octubre de 1992, en vísperas de las elecciones municipales, cuando la Policía Militarizada de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, invadió el presidio para ponerle fin a un supuesto motín.

La cárcel, entonces la mayor de Sao Paulo con unos 8.000 internos, era considerada por organizaciones de derechos humanos como la mejor muestra del caos del sistema penitenciario de Brasil.

El presidio fue desactivado en 2002 y el lugar fue convertido en un parque público