Ayer la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) decidió sancionar a Alejandro Contín Naranjo, al presidente de la desaparecida corredora de Bolsa Alfa, y Antonio Contín González, gerente general de la misma, con multas por $167 millones (8.000 UF) y $83 millones (4.000 UF), respectivamente. Esto luego que el regulador, tras nueve meses de investigación, estipuló que ambos infringieron la Ley del Mercado de Valores "por efectuar transacciones ficticias con su empresa relacionada Inversiones FOX S.A. y haber utilizado en beneficio propio o de terceros, valores entregados en custodia por clientes, sin contar con la autorización de éstos".
Además la SVS, liderada por Guillermo Larraín, informó que aplicó la máxima sanción que contempla la legislación contra un intermediario de valores, en este caso la corredora de Bolsa y, por ende, revocó la autorización para que Alfa pueda volver a operar. Esto implica, explicó la SVS, que el gerente general y los directores de la fallida corredora no pueden volver a ser corredores o agentes de valores, ni desempeñar tales cargos o ser accionistas en entidades de ese tipo.
La defensa de Alfa liderada por el estudio Puga Ortiz abogados, puede proceder a un recurso de reposición y un reclamo de ilegalidad contra las resoluciones y también una reclamación por las multas aplicadas.
INFRACCIONES DETECTADAS
Según comunicó ayer la SVS, Alfa habría efectuado transacciones ficticias con su relacionada FOX S.A. con el fin de ocultar información patrimonial y de endeudamiento de la corredora. "Quedó en evidencia que Alfa recibía acciones que presuntivamente le vendía a FOX, y las utilizaba, sea para efectuar operaciones simultáneas o para enterar garantías en la Bolsa de Comercio por dichas operaciones, obteniendo con ello financiamiento", dice la resolución.
Asimismo, la SVS concluyó que "Alfa necesariamente debió utilizar acciones de propiedad de sus clientes, que se les había entregado para su custodia, sin que conste la existencia de autorización contractual, legal o reglamentaria que legitime dicho uso", agrega.
El origen del problema comenzó el 23 de abril de 2008 cuando la Bolsa de Comercio suspendió indefinidamente a Alfa después de que la corredora se comunicó con la plaza bursátil para explicarle que sus índices de liquidez y solvencia no estaban dentro de los límites exigidos.
Acto seguido, la SVS se constituyó de inmediato en las oficinas de Apoquindo para realizar una auditoría in situ. Ese mismo día el regulador informó que la corredora tenía obligaciones que se relacionaban fundamentalmente con operaciones simultáneas de las cuales el 88,5% eran compras a plazo para cartera propia y el resto para 25 clientes.
Actualmente, Alejandro Contín Naranjo y su hijo Antonio Contín González están a la espera de que el 4° Juzgado de Garantía de Santiago formalice a ambos por los delitos de obtención fraudulenta de créditos, quiebra fraudulenta, utilización indebida de custodias y proporción de antecedentes falsos a la SVS.