En un flojo partido jugado en el Emirates Stadium, ni la explosividad de Alexis Sánchez fue suficiente para superar el murallón que le propuso el Swansea al Arsenal, que terminaría sufriendo. La visita dio la sorpresa y se impuso por la cuenta mínima en el cierre de la 36° jornada del torneo inglés.

La aspiración de los Gunners era asediar el segundo lugar en la tabla que por ahora ostenta el Manchester City de manera exclusiva. Un triunfo les hubiese permitido igualar en puntaje, pero entremedio se interpuso la férrea defensa que los galeses plantaron en la cancha: dos líneas de cuatro casi inamovibles, sólo para salir disparados de contra en contadas ocasiones a lo largo de todo el partido. El resto, la extensa, pero infructífera posesión del dueño de casa.

De hecho, la tenencia del balón para los londinenses superó el 60 por ciento. Pero como lo ha dejado en claro el fútbol mundial de los últimos años, el control de las acciones no asegura en ningún caso un resultado favorable. Bien lo debe haber entendido Arsene Wenger, quien vio cómo su equipo chocó una y otra vez con la defensa rival, y cómo, para peor, el partido se le escapaba de las manos a cinco minutos del final.

En el minuto 85', tras un centro del ecuatoriano Jefferson Montero por la izquierda, Bafétimbi Gomis conectó un cabezazo que obligó a una extrema reacción del meta David Ospina. No sirvió de mucho el vuelo del colombiano, pues aunque logró contener el balón, el árbitro fue advertido que la pelota había ingresado por completo  (gracias a la tecnología del ojo de halcón), y que el festejo le correspondía a la visita. 

Ahí vino la desesperación de los cañoneros, que ya no tenían ideas ni espacios para avanzar, ni menos gozaban de la brillantez de sus estrellas. Santi Cazorla, Ozil y Ramsey tuvieron un tibio desempeño, mientras que el propio Alexis también debió batallar consigo mismo, mucho más impreciso que lo acostumbrado. Incluso, el tocopillano tuvo la ocasión de anotar a 15 minutos del final, cuando el marcador permanecía en blanco, pero falló en la definición cuando se encontraba solo en área chica.

Al final, lamentos para los londinenses, que perdieron la opción de encumbrarse un poco más en la clasificación, y acabaron la racha de 11 partidos sin conocer derrotas, con 10 triunfos y apenas un empate. El Swansea amargó al Emirates Stadium, cuando sólo quedan dos jornadas para el final del campeonato, y el Arsenal ve cómo se alejó la opción de terminar como el escolta del campeón, que le permitiría clasificar directamente a la Liga de Campeones.