Miles de opositores al gobierno tailandés derramaron su sangre hoy delante de la sede gubernamental, como protesta simbólica contra el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, y su gabinete.
El Frente Unido por la Democracia contra la Dictadura (UDD), conocido como las "camisas rojas", protesta en Bangkok desde el domingo, exigiendo la dimisión de Vejjajiva y la convocatoria de nuevas elecciones.
La mayoría de los alrededor de 100 mil manifestantes son seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado en 2006.
Después de haber recolectado la sangre de entre los seguidores, fueron vertidos unos 50 contenedores, 275 litros de sangre aproximadamente, delante de las seis entradas de la sede del gobierno.
"Cuando Abhisit venga a trabajar, tendrá que pasar por encima de la sangre del pueblo", dijo uno de los líderes del movimiento, Nattawut Saikuer, y añadió: "La sangre de los camisas rojas es caliente, pero la de Abhisit es fría".
El jefe de gobierno, Abhisit Vejjajiva, rechazó el lunes la demanda de dimisión.
Los líderes del UDD fueron los primeros que el lunes donaron sangre, informó la agencia de noticias tailandesa TNA.
Médicos y enfermeras, que respaldan el movimiento de las "camisas rojas", instalaron varios puestos con jeringas, tubos de ensayos y apósitos. Frente a estos puestos se formaron filas de cientos de personas dispuestas a donar sangre.
Los organizadores recalcaron que las protestas, que comenzaron el domingo, deben seguir siendo pacíficas.
Pero también amenazaron con permanecer en Bangkok hasta que el gobierno ceda a sus demandas.
Argumentan que el actual primer ministro llegó al poder de forma ilegítima, con el apoyo de los militares, y es el títere de los burócratas de Bangkok.
En 2007 el Partido del Poder Popular, liderado por Thaksin, primer ministro del gobierno entre 2001 y 2006, fue condenado por fraude electoral, lo que llevó a su disolución en 2008 y propició la llegada al poder de Vejjajiva.
Hasta el momento, las protestas se han desarrollado de forma pacífica.
El gobierno, que ha desplegado en la capital 42 mil soldados y policías, se ha tomado las manifestaciones con cautela.
Thaksin financia el UDD y cuenta con gran apoyo de la población gracias a las medidas populistas que desarrolló durante su mandato.
Es uno de los magnates de las telecomuncaciones del país y desde 2008, momento en el que fue condenado por abuso de poder, se autoexilió, primero en Dubai y despúes en Europa, aunque su paradero actual es desconocido.