Cuando se visita la isla de Taiwán, se pueden apreciar muchos manantiales de agua caliente, distribuidos por todos los rincones. Todos de origen volcánico, son excelentes para la salud.
La isla posee el estatus de ser el segundo destino termal del mundo, después de Japón. En tanto, el tour ideal debe tomarse en la temporada Otoño-Invierno boreal y debe comenzar por dos estaciones termales que se encuentran en las afueras de la ciudad de Taipéi:
Beitou: Se encuentra a 13 kilómetros al norte de Taipéi. La formación geológica de Taiwan la ubica justo sobre dos de las mayores placas tectónicas del planeta, lo que le ha dado un hermoso paisaje montañoso repleto de volcanes, algún extinguidos y otros aún con cierta actividad, que permite que sus aguas sean ricas en sulfuro: blanco, verde y metálico. Los manantiales de Beitou tienen fama de ser aguas medicinales.
Es un sitio popular desde la invasión japonesa, porque el primer hotel con termas en todo Taiwán (1896) fue construido por un japonés, marcando el inicio de la industria.
Wulai: Perteneciente también al distrito de Taipéi, se encuentra a 27 kilómetros al sur de la capital. Esta estación termal tan preciada se encuentra en el territorio montañoso de la tribu aborigen de los Atayals. Excursión popular entre los habitantes de Taipéi, pero también para los turistas que visitan la zona, porque se puede disfrutar de las fuentes públicas naturales directamente en el río, en el corazón de un espectacular decorado natural.
PISCINAS
En las piscinas el agua supera los 40º C, por lo que se recomienda no permanecer dentro más de 15 minutos. Para los expertos lo ideal es alternar las piscinas de agua caliente con las de agua fría.
Para los más reservados, deberán olvidarse del pudor, porque hay algunas piscinas donde deen meterse desnudo al agua. De todas formar, puede pedir una toalla para esconder las partes íntimas. Los hombres y las mujeres están separados en esas zonas.