El esperado anuncio que hará esta noche el Presidente de EEUU, Barack Obama, sobre un plan de retiro gradual de las tropas militares de Afganistán, generó reacciones inmediatas en Kabul, por parte del gobierno y también del mundo talibán.
El vocero del ministerio de Defensa afgano, el general Mohammad Zahir Azimi, dijo que su gobierno "respeta la decisión que tomará la Casa Blanca" y sostuvo que "estamos listos para intervenir en el terreno sustituyendo los contingentes estadounidenses". Aunque, reconoció que afrontan algunos "problemas por falta de equipamiento".
La estrategia de Obama, ya esgrimida en diciembre de 2009, cuando anunció en la academia militar de West Point el envió rápido de 30 mil soldados al país asiático y definió un calendario de retirada, es crear las condiciones para que EEUU pueda transferir la responsabilidad a los afganos. Se espera que a partir de julio, las fuerzas afganas controlen la seguridad en siete distritos y provincias que se encuentran entre las zonas consideradas menos conflictivas del país. El proceso completo finalizará en 2014, cuando se traspasen totalmente las competencias de seguridad a los afganos.
TALIBANES
Para los talibanes el cronograma estadounidense no supone cambio alguno, en su estrategia de lucha contra la ocupación extranjera. "No vamos a aceptar que quede siquiera un solo soldado ocupando nuestro país. Para nosotros no habrá ningún cambio y seguiremos luchando contra Estados Unidos y sus aliados", dijo a la agencia Efe el portavoz talibán, Zabiulá Muyahid.
EEUU tiene actualmente en Afganistán cerca de 100.000 soldados, lo que supone dos tercios del contingente militar extranjero desplegado en dicho territorio. Lo que Obama anunciará es la cantidad de contingente que saldrá durante este y el próximo año. Según el portal especializado icasualties.org, las tropas de EEUU han sufrido 1.632 bajas desde el inicio de la ocupación en 2001.
De acuerdo a una fuente del Congreso estadounidense, citado por la cadena CNN, la reducción de tropas en Afganistán podría incluir la retirada de 10.000 soldados este año y de 20.000 más en 2012. Aunque, altos funcionarios del gobierno indican que la cifra podría alcanzar hasta 23.000 el próximo año.
El saliente secretario de Defensa, Robert Gates, había esgrimido en su minuto la necesidad de retirar menos contingente, entre 3.000 y 5.000 soldados este año, y que incluso instó a Obama a sacar las tropas de apoyo y no las de combate. El Presidente, sin embargo, en última instancia, decidió adoptar un plan de retirada más agresivo, según señala hoy CNN en su edición digital.
Asimismo, el agotamiento de la ciudadanía con el conflicto se refleja en recientes encuestas de opinión. Casi tres cuartas partes de los estadounidenses apoyan sacar a todas o algunas de sus fuerzas militares de Afganistán, según un sondeo de CNN/Opinion Research Corp de inicios de este mes.
En el Congreso, tanto Demócratas como Republicanos se han pronunciado recientemente a favor de poner fin a esa guerra cuanto antes. 27 senadores enviaron la semana pasada una carta a Obama en la que solicitaban una retirada mucho más rápida de lo previsto.
Los Demócratas se quejan de que el costo de la guerra - unos US$ 120 millones este año solamente - está quitando recursos para construir carreteras y crear puestos de trabajo en Estados Unidos Estados, según reseña el diario The New York Times.
"Desde un punto de vista fiscal, estamos gastando demasiado dinero en Irak y Afganistán", dijo un alto funcionario del gobierno, agrega el periódico.