Los talibanes paquistaníes reivindicaron el jueves una serie de atentados mortíferos en Pakistán, en particular uno contra una procesión chiita que dejó 23 muertos y decenas de heridos en Rawalpindi, ciudad hermana de la capital Islamabad. 

Un balance anterior daba cuenta de 16 muertos en este atentado que se  produce cuando Pakistán es sede de una cumbre de los países del D8 con  participación de los jefes de Estado y de gobierno de Irán, Egipto y Turquía.

Este nuevo balance hace llegar a 35 el número total de muertos en una serie de atentados perpetrados el miércoles en Pakistán.

Los atentados tuvieron lugar en Quetta, capital de la provincia del  Baluchistán (oeste) escenario de un conflicto vinculado a una insurrección  local, y en Bannu y Shangla, en el norte, cerca de la frontera afgana, en  Rawalpindi (centro) y en Karachi, la gran metrópoli del sur del país.

"Reivindicamos la responsabilidad" de todos esos ataques aparte del de Quetta, declaró a la AFP ÊEhsanullah Ehsan, portavoz del Tehreek-e-Taliban  Pakistan, Movimiento de los talibanes del Pakistán (TTP).