El Talibán paquistaní se atribuyó la responsabilidad del ataque suicida con explosivos contra la sede de la agencia de alimentos de la ONU en Islamabad registrado ayer.

La explosión causó la muerte a cinco personas -cuatro paquistaníes y un iraquí-, llevó a la Organización de Naciones Unidas a cerrar temporalmente todas sus oficinas en Pakistán y expuso la vulnerabilidad de muchas agencias de ayuda internacional que trabajan para proporcionar asistencia a millones de civiles afectados por la batalla entre el gobierno y grupos rebeldes islámicos.

El ministro del Interior Rehman Malik acusó hoy a los talibanes de haber realizado el ataque como represalia a la muerte el 5 de agosto de su líder Baitullah Mehsud en un ataque estadounidense con aviones no tripulados.

Azam Tariq, vocero del Talibán, confirmó más tarde que su grupo organizó el atentado. "Orgullosamente nos atribuimos la responsabilidad del ataque suicida a la oficina de la ONU en Islamabad. Enviaremos más bombardeos para tales ataques", señaló.

Tariq dijo que el atentado fue porque el trabajo de ayuda internacional no es para "el interés de los musulmanes", agregando que su grupo atacó al Programa Mundial de Alimentos porque la ONU y los grupos extranjeros de ayuda son "infieles".

Indicó que sus objetivos futuros incluirían a agentes de seguridad paquistaníes, oficinas de gobierno e instalaciones estadounidenses.

La ONU señaló que sus organizaciones paquistaníes asociadas continuarían distribuyendo alimentos, medicinas y otro tipo de asistencia humanitaria. El organismo internacional dijo que reexaminaría la situación en los próximos días.

INVESTIGACION
Malik, quien estaba visitando en un hospital de Pakistán a quienes resultaron heridos durante la explosión, indicó que el gobierno ha detenido a varios de los guardias del exterior de las oficinas de la agencia de la ONU para interrogarlos como parte de la investigación del fallo de seguridad.

"Todos los ordenamientos de seguridad estaban implementados en la oficina de la ONU", subrayó.

La ONU se considera un objetivo principal en Pakistán. Muchas de sus oficinas están rodeadas por muros altos de 3,6 metros (12 pies) contra explosivos. Su personal viaja en vehículos blindados y no se les permite traer a su familia cuando están comisionados en el país.

La instalación del Programa Mundial de Alimentos, el cual emplea a más de 70 personas, está rodeada de jaulas metálicas cuadradas llenas de arena y piedras pequeñas utilizadas como protección contra explosiones y proyectiles.

"Este era uno de los centros de la ONU mejor protegidos en todo Pakistán", señaló a reporteros la vocera del organismo Michele Montas en la sede del mismo en Nueva York. "estábamos realmente bastante protegidos al menos en esa instalación. ¿Cómo entró esa persona?; eso aún está siendo investigado, estamos tratando de descubrirlo a través de las cámaras de vigilancia", agregó.