Los talibanes asumieron la responsabilidad del doble atentado suicida en la localidad de Quetta, Pakistán, en donde murieron al menos 24 personas y 60 resultaron heridas.
El vocero del grupo, Ehsanullah Ehsan, dijo que la acción fue para castigar "a quienes se aliaron con los infieles", en referencia a la coopeación entre las fuerzas estadounidenses y paquistaníes que permitieron el arresto de tres miembros de Al Qaeda, entre ellos un alto jefe, Younis al Mauritani, en los suburbios de Quetta.
Los hechos se registraron cuando un suicida detonó un auto cargado de explosivos cerca de la residencia de Farrukh Shehzad, viceinspector general de las fuerzas fronterizas paramilitares, demoliendo parte del muro exterior y destrozando un vehículo.
Otro suicida entró en el edificio por el hueco abierto en el muro y lanzó varias granadas de mano, para después detonar los explosivos que llevaba unidos a su cuerpo. La mujer de Shehzad, un coronel y seis soldados están entre los muertos. Shehzad resultó herido.
El jefe de la policía, Ahsan Mehbood, señaló que los atacantes utilizaron entre 50 y 60 kilos de explosivos en el vehículo y entre 10 y 15 kilos en el chaleco del segundo suicida. Además se halló un documento de identidad que posiblemente pertenece al segundo atacante. Se trataría de Ahmed Gul, de 21 años, un refugiado de la provincia de Kunduz en Afganistán.
Al Qaeda perdió a su líder Osama bin Laden en un ataque sorpresa de las fuerzas estadounidenses el 2 de mayo en Pakistán. El segundo al mando, Atiyah Abd-al Rahman, murió en un ataque aéreo no tripulado en Waziristán del Norte el 22 de agosto.