Tallinn es la capital de la República de Estonia y del condado de Harju. Es la ciudad más poblada y el principal puerto del país, y se sitúa en la costa norte a orillas del golfo de Finlandia, a 80 km al sur de Helsinki.
Lo primero que hay que hacer al llegar a Tallinn es dirigirse al corazón de la Ciudad Vieja, donde se encuentra el Ayuntamiento, allí sorprenden los adornos navideños que decoran su fachada.
En la plaza en la que se encuentra el edificio del Ayuntamiento, hay un mercado navideño donde se pueden comprar desde artesanías en metal, a coloridos guantes y jerseys. Además, se pueden encontrar distintos objetos fabricados en la aromática madera del enebro.
Todo el mercado tiene como telón de fondo una de las ciudades medievales más bellas y mejor conservadas de Europa. La Ciudad Vieja de Tallinn, la cual ha sido incluida dentro de la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Mercado: La navidad rodea al visitante del mercado por todas partes gracias a la música en vivo y el vino caliente. Los corderos ayudan a conseguir ese perfecto espíritu navideño.
Arbol: La primera mención de un árbol de Navidad en Tallinn data del año 1441, cuando era casi obligatorio bailar alrededor de él y después sentarse junto al fuego. Esta tradición se remonta a las antiguas creencias tradicionales de la zona y se conserva hasta el día de hoy.
Temporada ideal: Diciembre posee la atmósfera que toda la ciudad debe tener en estas fechas, pues está marcada por un programa de música jazz, que puede disfrutar en cafés como en salas de conciertos o iglesias.
Museo al aire libre de Tallinn: Acá se puede visitar una aldea navideña, donde se organizan actividades para toda la familia, como juegos tradicionales, preparar adornos navideños, o incluso, montar en trineo.
Pasaje de Santa Katarina: Situado en la zona histórica de la ciudad, en algunos establecimientos se puede participar en actividades artísticas. Si gastronomía es lo que se busca, en el restaurante Controvento, situado dentro del pasaje, sirven auténtica comida italiana.
Olde Hansa: Restaurante medieval con largas mesas de madera y mesoneros vestidos a la antigua usanza. Toda una sorpresa a la luz de las velas.
Ciudad Vieja: Sin duda la visita más especial en Navidad, con sus estrechas calles y sus edificios medievales silenciosos y cubiertos de nieve.
Paseo invernal: La mejor época son los meses de diciembre y enero, cuando la temperatura baja por debajo de cero y una fina nieve cae en las calles. Ese es el momento preciso para entrar a un café o restaurante, donde se puede encontrar fuego en la chimenea y un amplio surtido de platos para olvidarse del frío.