En 2005, cuando se empezó a hablar de la gripe aviar (H5N1), fue la primera vez que la comunidad comenzó a conocer el antiviral Oseltamivir o Tamiflu, su nombre comercial. Por entonces se presentaba como uno de los pocos medicamentos capaz de detener la multiplicación del virus influenza en el cuerpo y con ello reducir los síntomas en el enfermo y evitar la propagación del virus a personas cercanas.
Su popularidad reapareció cuando comenzó a circular el virus de la gripe H1N1 y más aún, cuando en 2009 -2010 se declaró una pandemia. Los estudios científicos hasta entonces mostraban que el fármaco, al igual que el zanamivir, era efectivo. Muchos gobiernos, incluido el chileno, compraron importantes cantidades de ambos antivirales. La OMS recomendó su uso y todos se preparaban para una catástrofe sanitaria. Chile gastó más de tres mil millones de pesos en miles de dosis, y de paso generó una discusión entre el senador Guido Girardi (PPD) y el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich. En 2009, el parlamentario pidió comprar Tamiflu para evitar que más de cien mil chilenos murieran, pero en 2012, Mañalich responsabilizó a las declaraciones del parlamentario de hacer perder al Estado más de tres mil millones de pesos. Según el ex ministro, el medicamento no se ocupó y terminó por vencer en bodegas.
Hoy nuevos estudios ratifican que ambos compuestos no son tan efectivos para combatir la gripe.
Las primeras dudas científicas de su eficacia aparecieron hace dos años, debido a la poca información que el laboratorio entregaba a los investigadores. Ahora, experto de Cochrane Collaboration (institución que hace comprobación de estudios científicos) y British Medical Journal, publicaron nuevos antecedentes en los que comprueban que no existen evidencias de que el fármaco pudiera reducir las hospitalizaciones ni la gravedad de la enfermedad. "El balance entre los beneficios y el daño se deben considerar cuando se toman decisiones sobre el uso de inhibidores de neuraminidasa tanto para la profilaxis (prevención) como para el tratamiento de influenza", señalan en el informe Tom Jefferson y Carl Heneghan, de Cochrane.
En concreto, si la gripe dura siete días con síntomas, el medicamento los rebaja a 6,3 días en adultos y 5,8 en niños. El mismo efecto que tiene el paracetamol en el resfrío común. Además, tendrían varios efectos secundarios como náuseas, dolor de cabeza, problemas de riñón y aumento de la cantidad de azúcar en sangre.
Sólo Reino Unido gastó en 2009 677 millones de euros en dosis de Tamiflu, Australia 192 millones de dólares y EE.UU. 1,3 mil millones de dólares.