En el Camp Nou todos esperaban ver como Lionel Messi igualaba o superaba el récord de goles en una temporada que tenía Gerd Müller.
El argentino sumaba 84 anotaciones contra las 85 del alemán, la fiesta estaba y en cualquier momento se iniciaba la celebración.
Sin embargo, Vilanova decidió dejarlo en la banca y el público tuvo que esperar.
A los 58', el volante ingresó por Rafinha y el respetable esperó que llegara la ansiada anotación del argentino.
De inmediato, los rivales fueron a buscarlo y sufrió fuertes faltas de Luisao y Matic.
Todos seguían a la expectativa y en el minuto 85' parecía que llegaba el gol.
Messi enfrentó al portero Artur, pero este le logró tocar el balón y además le dio un duro golpe a la rodilla del transandino.
El 10 del Barcelona siguió con la jugada, remató y el portero contuvo en gran forma.
Sin embargo, de ahí en más todo el estadio se quedó en silencio. Messi estaba en suelo tomándose la rodilla izquierda y con claras muestras de dolor.
Tras varios minutos, el argentino salió retirado en camilla mientras se tomaba la cara y todo el estadio aplaudía a su máxima figura.