La morosidad de los bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito que operan en España subió hasta el 12,68% en septiembre, alcanzando la tasa más alta en los más de 50 años que lleva el Banco de España recopilando estos datos.
Al cierre de septiembre, los créditos morosos que soportaba el conjunto del sistema financiero español alcanzaban 187.830 millones de euros (unos US$253.777 millones). Este incremento se debe a la situación económica y al elevado desempleo, pero también al efecto de las reclasificaciones crediticias exigidas por el Banco de España a las entidades.
La cartera crediticia conjunta de todas las entidades financieras se redujo en septiembre hasta 1,48 billones de euros (cerca de dos billones de dólares), por debajo de los 1,49 billones de euros de agosto.
Esta es la tasa más baja de la cartera crediticia desde finales de 2006, por efecto del paulatino desapalancamiento de empresas y familias, de la escasa demanda de financiamiento, por la aún precaria situación económica y de, lo que muchos expertos ven, como escasa oferta por parte de las entidades.
La mora de los establecimientos financieros de crédito (EFC) -entidades que principalmente conceden financiamiento para comprar automóviles, muebles, televisores y otros bienes de consumo- batió su propio récord y alcanzó por primera vez el 11,64%.
En el último año, la tasa de morosidad de los EFC ha subido casi dos puntos porcentuales, pues hace un año, en agosto de 2012, era del 9,71%