Taxi Driver, 40 años: el rodaje según Scorsese, De Niro y Jodie Foster
En 1976 Martin Scorsese remeció el panorama fílmico con el filme sobre un taxista sociópata interpretado por Robert De Niro. La cinta, ganadora de la Palma de Oro en Cannes, es un clásico ineludible y aquí sus protagonistas reviven aquella experiencia.

HACE cuatro décadas que el solitario Travis Bickle se miró al espejo y pronunció uno de los más inolvidables monólogos de la historia del cine. Tal como Robert De Niro afirmó hace dos semanas durante el Festival de Cine Tribeca, las frases aún están frescas en su mente.
“Todos los días en los últimos 40 años -40 malditos años-, al menos uno de ustedes ha venido hasta mí y me ha dicho, ‘You talkin’ to me?’ Ahora,digámoslo todos juntos”, bromeó ante la audiencia en la que él y la cofundadora del Festival de Tribeca, Jane Rosenthal, presentaron una función de aniversaro por los 40 años de Taxi driver en el Beacon Theatre, el jueves 21 de abril. Luego, De Niro se reunió con el director Martin Scorsese, los actores Jodie Foster, Cybill Shepherd y Harvey Keitel, el guionista Paul Schrader y el productor Michael Phillips para una charla moderada por el director del Festival de Cine de Nueva York, Kent Jones.
Esta es la transcripción de la cconversación.
Kent Jones: Creo que lo mejor es comenzar con el guionista, Paul Schrader. Quiero corregir aquella impresión de que el guion se basó en los diarios de Arthur Bremer. ¿Eso no es verdad, no? ¿El hombre que le disparó al candidato presidencial George Wallace en 1972?
Paul Schrader: Yo sabía sobre Bremer, pero sus diarios no se habían publicado aún.
Jones: Aún no.
Schrader: Y cuando se editaron sus escritos, me sorprendí por la gran cantidad de coincidencias entre nuestra película y sus diarios.
Jones: En el guion de otra película que escribiste, Yakuza (1974), dirigida por Sydney Pollack, decías: “Cuando alguien se vuelve loco en Japón, cierra las persianas y se suicida. Cuando alguien pierde la cabeza en América, abre las ventanas y dispara hacia afuera”.
Schrader: Bueno, este guion comenzó de la mejor manera posible, pues empezó como una auto-terapia. Hay un tipo de persona a la que temía -tenía miedo de convertirme en ella- y esa persona es el taxista. Sentía que si escribía de él, me pondría a distancia. Finalmente funcionó, demostrando que el arte tiene poder terapéutico. Lo hermoso de todo esto es que esa historia pasó por el director, los actores y el estudio, y aún así conservó su propósito original.
Jones: ¿Cuál fue el orden en que se leyó el guion? Marty (Scorsese), ¿tú lo leíste antes de Bob (De Niro) y de Michael (Phillips)?
Schrader: Creo que el primero fue Michael…
Michael Phillips: De hecho, Brian De Palma era mi vecino. Paul (Schrader) escribía una nota periodística sobre Brian cuando le mostró el guion, pero éste dijo: “No es para mí”. Pero pensé que yo quería hacerlo. El próximo paso fue leerlo y ahí me di cuenta de que estaba mirando un alma desnuda. Nunca había visto algo así en mi vida. Después todo fue un largo viaje. Estábamos recién en 1972.
Martin Scorsese: Luego Brian me pasó el guion a mí, pero yo aún no rodaba Calles peligrosas (1973). Apenas empezaba los preparativos de esa película. Brian me presentó a Paul, y creo que a Michael y a su esposa Julia Phillips les tomó un tiempo decidirse. Yo me dije a mí mismo: “Quiero hacer esto, quiero hacer esto”, pero no tenía ninguna película nueva que mostrar.
Michael Phillips: Sí, pero luego vimos un primer corte de Calles peligrosas. Paul nos dijo que teníamos que verla. Aún no se estrenaba, pero ya a mitad de la película me di cuenta de que tú (por Martin Scorsese) eras nuestro hombre. Nunca había visto un personaje tan cautivante e impredecible como Johnny Boy (el rol que Robert De Niro interpretaba en la cinta de Scorsese). Ellos eran nuestro equipo, aunque en términos financieros no eran rentables, pues todavía eran desconocidos.
Jones: Marty, ¿qué es lo que viste en ese guion?
Scorsese: Bueno,¿cómo podría decir esto? Lo que vi y que no puedo articular verbalmente es que el guion simplemente tenía que hacerse. Eso es todo. Creo que Bob y yo nunca discutimos sobre significados o teoría alguna.
Robert De Niro: Nunca tuvimos discusiones existenciales.
Scorsese: Exacto. Creo que Paul es realmente el único que hablaba en esos términos. Yo sólo tenía la voluntad firme de hacer la película y, como he dicho alguna vez, pensaba que sería una cinta que nadie vería. Nació a partir de los deseos, pasiones y ganas del momento. Así es como éramos.
Jones: ¿Y también nació a partir de cómo era Nueva York en ese tiempo?
Scorsese: Sí, de la ciudad.
Schrader: Bob, Marty y yo nunca hablamos realmente mucho del guión, porque en el fondo conocíamos a este tipo de personajes. Todos los conocíamos. Fue la suerte de que tres personas como nosotros en algún punto de sus vidas se conocieran, compartieran una suerte de patología y la vieran en una película. A veces eres afortunado de que pasen esas cosas.
Jones: Bob, ¿tú tenías una idea para otra película que fuera de naturaleza similar?
De Niro: Bueno, cuando era más joven, tuve algo en mente. Básicamente era un tipo aislado, solitario y parecido a Travis, personaje que por otro lado nunca comprendí del todo. Pero cuando lo leí, me identifiqué con él, y pienso que a todos les pasó lo mismo.
Jones:¿Hay algo de Paul en la forma en que interpretaste a Travis?
De Niro: Sí, incluso tomé ciertas cosas. Algunos pares de zapatos. O algunas bota, esa chaqueta. (Hablándole a Paul) ¿A propósito, dónde está esa chaqueta?
Schrader: La chaqueta está en el Harry Ransom Center (Texas). Los libros también están ahí. Están para exposición pública. Bob le dio todas sus cosas a la Universidad de Austin en Texas y yo sugerí hacer lo mismo.
Jones: Bob, preparándote para el personaje, ¿manejaste un taxi por un tiempo, no?
De Niro: Lo hice. Estaba haciendo la película Novecento (de Bernardo Bertolucci) en Italia, y Marty y yo nos juntamos en Cannes cuando él pasó por ahí. Nos reunimos y trabajamos en el guión. Cuando llegué a Nueva York sólo tuve dos semanas antes de empezar a rodar. Así es que tan pronto como pude empecé a manejar un taxi. Lo estuve haciendo al menos durante 10 días. Lo máximo que pude antes del rodaje.
Jones: Es verdad que un pasajero te dijo: “¿No eres el tipo que se ganó el Oscar? (Por El Padrino II)”.
De Niro: Marty dijo eso. No lo sé. No recuerdo.
Scorsese: Tú me contaste que una persona vio tu nombre en la licencia de conducir y dijo: “Pero si acaba de ganar un Oscar. ¿Acaso es tan difícil conseguir un trabajo?”.
De Niro: Y le respondí: “Sí, aún estoy en la línea de desempleo”.
Jones: Jodie, ¿Realmente te sorprendió que te ofrecieran este rol, no?
Jodie Foster: Sí, acababa de estar en Alice doesn´t live here anymore (filme de Scorsese anterior a Taxi driver), así es que nos conocíamos. Había visto Calles peligrosas miles de veces y era una gran fan del cine del momento, de inicios de los 70. Mi mamá me llevaba al cine a ver películas europeas (Foster tenía 12 años entonces) y quería que yo tuviera una carrera significativa.
Jones: ¿Tenías temor de que tus amigos se burlaran?
Foster: Sólo por los pantalones cortos que tenía que usar en la película. Los pantalones cortos y el sombrero y los lentes de sol. Creo que el primer día, con la diseñadora de vestuario, lloré. Estaba totalmente mortificada.
Jones: Cybill Shepherd, tu estuviste en ese tiempo en tres maravillosas películas, una tras otra: La última película, Heartbreak kid, y Taxi driver. ¿Trabajando con Elaine May (directora y actriz), aprendiste mucho de improvisación?
Cybill Shepherd: No sabía lo que era improvisar. Ella dijo: “Improvisemos”, y yo respondí: “¿Qué es eso?”. Pero aprendí.
Jones: ¿Fue útil?
Shepherd: Sí, totalmente. Así es como encontramos las líneas de diálogo. Eramos el señor De Niro y yo. Improvisamos y creo que, ¿Marty, tú filmabas con una cámara en blanco y negro de 16 mm?
Scorsese: Era en video.
Shepherd: Sí, video. Y tú escribiste los diálogos a partir de nuestra improvisación.
Scorsese: Sí, basados en algunos de ellos. Fue en el St. Regis.
Shepherd: Bonito hotel.
Scorsese: Dalí estaba viviendo ahí. Salvador Dalí, sí, estaba sentado en el lobby.
Jones: ¿No le quisiste dar un pequeño papel?
Scorsese: No, no era ese tipo de película.
Jones: ¿En general hubo mucha improvisación en la película?
Scorsese: El guión era muy estructurado y riguroso.
Schrader: Hubo bastante en el personaje de Albert Brooks (el actor que interpreta al compañero de trabajo de Cybill Shepherd). Algo muy inteligente de Scorsese es que cuando hay un rol poco interesante, elige a un cómico. Escribí un personaje bastante aburrido y Marty puso a Albert en él.
Scorsese: Se lo había ofrecido primero a Harvey (Keitel), pero él dijo que quería hacer al proxeneta.
Jones: Harvey, ¿tú trabajaste con un auténtico proxeneta, no?
Keitel: Quería juntarme con uno, pues no tenía idea cómo era ser un chulo. En ese tiempo estaba haciendo una obra en Broadway, donde entre la Décima y la Novena Avenida había muchas chicas dando vueltas en la noche. Me acerqué a una y le dije: “Disculpa, soy Harvey Keitel, mi nombre está en una de esas marquesinas y ahora estoy haciendo una película”. Empecé a explicarle que tenía que interpretar a un proxeneta y que buscaba a alguien que me explicase cómo era el oficio. Hablaba y hablaba y la muchacha no me decía nada, hasta que me responde: “Nadie va a hablar contigo”. Me puse muy taciturno, empecé a vagabundear y en un momento encontré un auténtico proxeneta. Improvisamos durante un par de semanas: yo y este tipo. El me enseñó cómo era ser uno de ellos, mientras yo interpretaba el rol de la chica. Me dijo cómo actuaría el chulo y luego yo hice ese rol. Marty quiso poner ese tipo de escenas en la película. El baile con Jodie y todo eso.
Scorsese: Pero en improvisación, la escena clave fue la de Bob frente al espejo. ¿Paul, recuerdas que le pedimos a Bob que dijera algo en el espejo, y luego te llamamos?
Schrader: Sí, no había nada escrito. El guión sólo decía: “Travis mira al espejo, gesticula como un cowboy, toma la pistola y se habla a sí mismo”. Bob preguntó: “¿Y qué es lo que dice? Le respondí: “Es como cuando eres niño, tienes la funda y la pistola de juguete y quieres sorprender a alguien”.
Jones: Marty, ¿puedes contarnos cómo filmaron desde arriba la escena del tiroteo al final? ¿Hiciste un agujero en el techo, no?
Scorsese: El exterior fue en 13th Avenue y la escena del pasillo en 89th Street con Columbus. Ahí estaba la habitación de Jodie. El edificio estaba algo maldito. En el guion había una escena que era desde arriba y pedí que cortaran el cielo para poner la cámara. Les tomó cerca de tres meses hacerlo. Y cuando llegó el día de la filmación, la persona que supervisaba las condiciones de trabajo infantil...
Foster: ¿Pusieron problemas?
Scorsese: Bueno, bueno, nos dijeron que sólo podíamos filmar 20 minutos.
Foster: Lo siento.
Scorsese: Intentamos convencerlos de cualquier forma. “¡Por favor, por favor!”, les imploraba. Apenas teníamos 20 minutos luego de estar casi un año trabajando para eso. Les decía: “¡Por favor, una toma más!”. Aún así, creo que al final hicimos la escena en dos tomas.
Foster: A veces es todo lo que se necesita.
Scorsese: Eso fue todo lo que tomó. Fue divertido.
Jones (a Foster): ¿Estabas asustada por la sangre?
Foster: ¿Asustada? No, era fantástico. Me acuerdo del maquillador con todos estos grandes galones de jarabe de maíz y muchas cosas alrededor de él. Todos los técnicos me hablaban mientras miraba cómo a Bobby le ponían las prótesis de mohicano en la cabeza. La gente siempre nos pregunta cuán terrible fue esa escena, pero creo que en general fue divertida.
Jones: Pero el mohicano, ¿esa idea fue tomada de las Fuerzas Especiales, no?
De Niro: Hablando sobre toda de la escena del tiroteo hacia el final. Lo que es curioso es que cuando haces estas partes terribles, terminas haciendo todo tipo de bromas. Eso me hace pensar en las personas que realmente enfrentan esas situaciones probablemente no tienen más opción que reírse de lo que pasa. Lo del mohicano fue una idea de Marty y mía. Un amigo de él estaba en Fuerzas Especiales, en Camboya, Laos o un lugar así, y nos mostró una foto de él y al menos dos tipos que usaban mohicano.
Scorsese: Sí.
De Niro: Y dijimos: “Eso es grandioso. Usémoslo. Tratemos y hagámoslo”. Empezamos a pensar cómo, pues en ese tiempo estaba por empezar a trabajar en El último magnate (de Elia Kazan) y tenía el pelo bastante tupido. Llamamos al director de maquillaje, Dick Smith, para una prueba y todo funcionó bien.
Scorsese: Me acuerdo que estaba en otra pieza y me quedé dormido mientras trabajaban en el mohicano. Luego sentí que alguien me golpeaba el hombro, abrí los ojos y estabas con esa cosa espantosa en la cabeza.
Jones: Me gustaría saber un poco de Bernard Herrmann y su increíble banda sonora.
Scorsese: Lo conocí a través de Brian De Palma, otra vez. Había hecho la música de Obsesión. Me conseguí su número de teléfono. Yo estaba en Amsterdam y lo llamé a Londres. Le dije: “Me gustaría que le echara una mirada a este guion. Es una película llamada Taxi driver”. Me respondió: “No hago música para películas sobre taxistas”. Pero luego dijo: “Ok, encontrémonos en Londres”. Leyó la historia y me dijo que le había gustado que el protagonista le echara brandy al cereal. Michael, tú hiciste el contrato con él.
Phillips: Recuerdo que llegó al aeropuerto. Había estado en una especie de autoexilio en Londres durante diez años, pero lo primero que hizo fue comprar un boleto de vuelta. Luego, en el estudio de grabación, estuvo golpeando con su batuta una lámpara por un rato, después culpó a la lámpara por algo y finalmente lanzó la batuta a la orquesta. Grabamos durante dos días y él murió hacia el final del segundo día (Herrmann falleció el 23 de diciembre de 1975 debido a un infarto mientras dormía en su hotel en Los Angeles).
Jones: A pesar de que tenían serias dudas sobre si el público vería la película, estaban seguros de hacerla.
Scorsese: Era algo que debíamos hacer para luego seguir con nuestras vidas. Esa era la idea. Paul comenzó luego a dirigir también. Recuerdo cuando Paul me llamó el día que la película se estrenó. Me dijo: “Mira la fila que da la vuelta a la esquina en el Baronet Theater”.
Schrader: Había estado despierto hasta tarde en la noche y luego había dormido de más (eran esos tiempos en Nueva York). Estaba en el Hotel Sherry y no encontraba taxis. Así es que caminé por la ciudad hasta llegar al Baronet y vi una gran fila fuera del cine. Pensé: “Oh, diablos. Algo malo pasó, seguramente cerraron el teatro”. Luego le hablé a una mujer y me dijo que la película estaba por comenzar. Le pregunté por qué estaba toda esa gente allá afuera y me respondió: “Están haciendo fila para la próxima función”. Así es que entré al cine. Era la primera función en Nueva Yok: en la pantalla se veía cómo el taxi sale de entre el vapor, los créditos dicen Taxi driver, y el público aplaude.
Scorsese: Increíble. No tenía idea.
Jones: ¿Tuvieron una interesante experiencia en Cannes, no?
Scorsese: En Cannes estaba Jodie, Michael, Bob y yo. Harvey, ¿tú estabas ahí?
Keitel: Era el único con traje café.
Scorsese: Sí, eso es verdad.
Keitel: No tenía tuxedo.
Scorsese: En el jurado estaba Costa-Gavras y Sergio Leone...
Jones: Tennessee Williams.
Scorsese: Tennessee Williams era el presidente del jurado. Y les diré: hicimos todo nuestro trabajo ahí. Entrevistas, conferencias de prensa. Luego vino un artículo cuyo titular era que a Tennesse Williams no le gustaba la película y que más bien la odiaba. Decía que era muy violenta. Así es que nos fuimos a casa. Pero antes de partir Leone y Costa-Gavras nos dieron una cena en un restaurante.
Foster: Creo que también estaba Pauline Kael.
Scorsese: Me parece que sí. ¿Estaba?
Foster: Eso creo.
Scorsese: Pero no me acuerdo que Costa y Sergio nos dijeran: “Nos aseguraremos de que esta película gane algo”. Sólo hablamos de cine, de sus filmes, de Erase una vez en el oeste y cosas así. Luego volvimos a América. ¿Michael, tú te quedaste?
Phillips: Sí, ustedes se fueron. Y, luego, para nuestra sorpresa, ganamos. Fui a aceptar el premio (la Palma de Oro, el principal del certamen), pero cuando lo anunciaron, la mitad de la audiencia celebró y la otra mitad abucheó.
Jones: Pero finalmente Taxi driver rió último. Y esa es la razón por la que estamos aquí. Así que gracias por venir.
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