Ocho o más viviendas, construidas de manera irregular, a las que les falta luz, agua o alcantarillado. Durante 2011, la Subsecretaría Ejecutiva de Campamentos, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) elaboró un catastro para definir cuántos asentamientos había en el país. Su objetivo era actualizar el diagnóstico y número de campamentos, para establecer políticas públicas en torno a ellos.

Esta medición arrojó que había 657 campamentos, en los cuales vivían 27 mil familias y 83 mil personas. Con este diagnóstico, en 2012 el gobierno comprometió erradicar, para el 2014, 200 de los 657 asentamientos contabilizados en el catastro, mediante la entrega de 18 mil subsidios habitacionales.

"Cuando iniciamos este gobierno, la voluntad del Presidente Sebastián Piñera fue dar solución a los campamentos históricos de nuestro país que estaban esperando hace, por lo menos, 20 años. Nos hicimos cargo de un problema que la sociedad chilena ha arrastrado por demasiado tiempo y hemos tenido logros alentadores", afirma el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez Mackenna.

La directora social de Techo-Chile, antes Un Techo para Chile, Pía Mundaca, cuestiona, sin embargo, los resultados de la medición: "Puedo asegurar que la cifra de campamentos no es 657".

Agrega que la entidad trabaja hace tres meses en una reactualización de la cifra de campamentos, que concluirá a fines de octubre y que, a la fecha, considera una cantidad superior a la contabilizada por el gobierno: "Podemos hablar de una cifra que estará entre 750 y 870 campamentos", los que agruparían a "más de 30 mil familias y 120 mil personas viviendo en ellos".

Es decir, 37 mil personas más de las catastradas oficialmente.

Diferentes criterios


Sobre el panorama de los campamentos a nivel nacional, la directora social de Techo-Chile sostiene que hay un número significativo que no está registrado. El motivo: que "si bien (el catastro) usó una metodología seria, tuvo serios problemas conceptuales, que dejó relegado un gran número de asentamientos".

Según el Mapa Social de Campamentos de la cartera, documento que contiene los resultados de esta medición, se consideraron como tales los asentamientos de ocho familias o más en posesión irregular de terrenos, con carencia de uno de los tres servicios básicos y "preferentemente urbanos" en su ubicación.

"Sin el 'preferentemente urbanos' estaríamos ante la definición histórica de campamento", afirma Mundaca. Agrega que "esta ambigüedad generó que muchos de los que existían en 2011 quedaran fuera".

"Por ejemplo, en la Región de O'Higgins, 32 de los 55 campamentos son rurales y 13 de ellos no están catastrados", asegura.

Sostiene que el Plan de Campamentos 2012-2013 plantea el "desafío" de repetir este Mapa Social de Campamentos cada dos años, para su evaluación sistemática, lo que, afirma, no se ha cumplido.

"Desde Techo hemos planteado constantemente (al Minvu) la posibilidad de que el catastro sea dinámico, porque al final terminamos con cifras que son irreales", señala Mundaca.

Según la organización, el aumento desde 2011 de la cifra de campamentos se ha visto influida por la migración nacional y de extranjeros, por el aumento de familias que viven de allegadas y por el repoblamiento de campamentos erradicados.

"Se está focalizando una política habitacional, para los más pobres del país, que está dejando de lado a muchas personas", sostiene la directora social de Techo-Chile.

Plantea que, hace tres meses, el centro de investigación social de Techo-Chile está realizando una reactualización de los campamentos del país. Esta considerará la cifra de los 657 campamentos informados por el Minvu, pero a ellos agregarán los no catastrados, los registrados con menos de ocho familias que hayan tenido un aumento en la cantidad de grupos de integrantes y los erradicados, para comprobar que no hayan sido repoblados.

Campamentos históricos

"Bajo la definición que establecimos en el catastro, yo firmo que hoy es imposible que existan 750 asentamientos", afirma Ana Claudia Amar, secretaria ejecutiva de Campamentos.

"Lo que se catastró fueron, efectivamente, campamentos preferentemente urbanos. Sin embargo, igual hay un porcentaje cercano al 35% de campamentos rurales que quedaron incorporados", señala Amar, quien añade que "se dejaron algunos afuera, porque se quiso distinguir a los campamentos de las comunidades agrícolas".

Junto con esto, recalca que "nos preocupamos de catastrar los campamentos que históricamente estaban esperando una solución y que, en promedio, tienen 21 años".

Respecto de los asentamientos más recientes, conformados después de 2011, Amar sostiene que estas familias "pueden atenderse en el mismo ministerio, pero con los programas que existen para las familias vulnerables, con la idea de que se respete la fila y antigüedad".

Según señala la secretaria de Campamentos, en diciembre estarán los resultados de un estudio que realizará la U. Católica durante este trimestre, para efectuar una verificación en terreno de los asentamientos: "Se irá a los 657 campamentos, para ver si existen o no y qué hay en el lugar donde antes estaban".

Desde la Secretaría de Campamentos informaron que, a la fecha se han cerrado 99 campamentos, lo que significa que 3.886 familias han podido dejar atrás esta realidad. De ellas, según cifras proporcionadas por esta secretaría, el 50% podrá tener su vivienda definitiva en los mismos terrenos donde estaba ubicado el campamento, respetando sus redes laborales y socioculturales.