¿Qué desconocida fuerza provoca que, contra todas las probabilidades, el universo se expanda cada vez más rápido? ¿Cuántos meteoritos pueden impactar contra la Tierra en un futuro cercano y cuándo lo harán? Para responder a estas y otras preguntas que intrigan a la comunidad científica internacional, a mediados de la próxima década se levantará en Vicuña, Región de Coquimbo, un observatorio astronómico único en el mundo, el LSST, llamado así por su nombre en inglés, Large Synoptic Survey Telescope, o Gran Telescopio de Estudio Sinóptico.
El lugar fue escogido en 2006 por un comité de expertos en Estados Unidos, luego de estudiar sitios en América y Europa. Desde entonces, una corporación integrada por universidades, laboratorios e instituciones de investigación en astronomía, física e informática de ese país trabaja en el desarrollo de la iniciativa. Una de ellas es el Observatorio Astronómico Óptico Nacional, que opera en Chile los observatorios de Cerro Tololo y Gemini Sur.
El proyecto traerá a nuestro país tecnologías jamás soñadas: un telescopio diferente a todo lo conocido, la cámara fotográfica más grande jamás inventada y el supercomputador más potente de Sudamérica.
EN LA CIMA
Al revés de los telescopios tradicionales, que exploran porciones pequeñas del cielo, al máximo nivel de detalle posible, el LSST proporcionará tomas panorámicas, en una resolución imposible de lograr con los instrumentos actuales. Al ser comparadas a lo largo del tiempo, dichas imágenes permitirán apreciar cambios en el universo visible, desde cometas en tránsito hasta el desplazamiento de las galaxias.
Christopher Smith, coordinador del proyecto en Chile, explica que esta información alimentará investigaciones en cuatro materias: la estructura de la Vía Láctea, la galaxia en que se encuentra la Tierra; los objetos celestes que cambian de forma, tamaño o color; los cuerpos en movimiento (como meteoritos y asteroides, en especial los que amenacen a nuestro planeta), y principalmente, el misterio de la energía oscura, la extraña fuerza que provoca la expansión del cosmos, cuya comprensión es considerada uno de los mayores retos científicos de la actualidad.
"La energía oscura parece una fuerza fundamental del universo que no tiene explicación científica básica, algo que no entendemos de la física misma", señala el profesional.
En esta iniciativa hay chilenos aportando. Uno de ellos es Francisco Delgado, ingeniero de Cerro Tololo. Trabaja en La Serena en la creación de un software para el control del LSST, tan sofisticado que prácticamente no tiene precedentes. "La forma en que operará este telescopio es diferente, pues buscará cosas desconocidas y no sabemos en qué parte del cielo estarán. Como son tantas las variables y objetivos, una inteligencia artificial escogerá los puntos a observar en forma autónoma", cuenta.
Las imágenes serán enviadas a un supercomputador ubicado en La Serena, y luego, derivadas al Centro Nacional de Aplicaciones de Supercomputadoras de la Universidad de Illinois, en Urbana, EE.UU., para su análisis final y almacenamiento. Ello requerirá la instalación de un enlace de banda ancha La Serena-Santiago-Miami con capacidad de 10 gigabytes por segundo, superior a cualquiera existente hoy en Chile.
Cómo funcionará
El telescopio: el LSST será el más moderno y grande del mundo entre los telescopios ópticos para estudios de visión amplia o sinóptica. Captará pequeñas variaciones indicativas de fenómenos astronómicos cambiantes, como cometas o explosiones de estrellas. Tendrá un espejo primario de 8,4 metros de diámetro y uno secundario de 3,4 metros. La cámara: es la más grande del mundo: 1,6 metro de ancho por tres de largo. Producirá imágenes de 3,2 gigapixeles, a un ritmo de una toma cada 15 segundos. En comparación, la cámara de un telescopio tradicional de similar tamaño, como el Gemini Sur, llega sólo a 24 millones de pixeles. El supercomputador: cada noche, el LSST generará hasta 30 terabytes de datos en imágenes (1 terabyte = 1.024 gigabytes) suficientes para llenar siete mil discos DVD. Para procesar esta información se construirá en La Serena un supercomputador, el más poderoso del continente. Tendrá una capacidad de procesamiento de 100 teraflops (1 teraflop = 1 billón de operaciones matemáticas por segundo). Para tener una idea, un computador de escritorio normal tiene un poder de 0,001 teraflops.