Las teleseries vespertinas del segundo semestre viven el peak de su peor momento: la curva descendente de sintonía, que desde hace cinco años vive el horario, ahora enfrenta una nueva baja.

Si en 2007 Amor por accidente, Lola y Fortunato sumaban 43,7 puntos promedio, según datos de Time Ibope; en 2009, las teleseries que están actualmente en pantalla, Los ángeles de Estela (TVN), Sin anestesia (Chilevisión) y Corazón rebelde (Canal 13) combinan 41,4 puntos de rating. Pero si se considera sólo el mes de noviembre, el asunto empeora: las tres sumaron 34,6 unidades, una cosecha que se agravó con la franja política. Obligadas a adelantar sus emisiones, este miércoles la telenovela de María Elena Swett y Jorge Zabaleta promedió 10,9 puntos. Y eso que fue la que más marcó.
 
El cambio de hábito de las audiencias en ese horario, la irrupción de las teleseries nocturnas y la oferta poco atractiva son mencionadas con responsables de la caída. "Ha habido una modificación en la dinámica y rutina del hogar que ha fragmentado los intereses y los usos de los medios. La gente llega más tarde a sus casas y con el acceso a internet y más equipamiento multimedial, el televisor ya no reúne a la familia", dice Ricardo Torres, director de la empresa de estudios Conecta Media Research. Mientras que Patricio González, director de Sin anestesia, apunta: "El hábito ha variado con las teleseries nocturnas. La gente se guarda para seguir una historia de las 22 horas, porque antes de esa franja la gente tiene más cosas que hacer, desde ir a un mall hasta el computador".

RAZONES PUNTUALES
Aunque la tendencia a la baja se viene dando desde hace unos años, Constanza Mujica, profesora de la facultad de comunicaciones de la Universidad Católica, dice que hay "decisiones puntuales de los canales" que explican lo que sucede este semestre.  Así, opina, Chilevisión cambió radicalmente de oferta, con un melodrama de veta clásica como Sin anestesia, en vez de seguir apelando al público más juvenil que lo estaba viendo a esa hora, mientras que Canal 13 hizo una apuesta por ese nicho.  En el caso de TVN, Mujica dice que "necesitan redefinir qué entienden y espera de su teleserie de las 20 horas. En los 90 lo tuvieron muy claro, pero ese foco y sintonía con la misión del canal se ha perdido". Puntualmente en el caso de Los ángeles de Estela, opina que hay una contradicción entre su temática "más bien ingenua e infantil" y sus protagonistas "totalmente adultos".
 
Ricardo Torres coincide en que hay un problema de historias. "Las narrativas propuestas están lejos de representar e identificar a cómo los chilenos se ven hoy en día.  Es un problema aún más difícil de revertir y que exige una nueva estrategia programática a esa hora".
 
Por el lado de los actores, Coca Guazzini apunta a una explicación más contingente: "Estamos enfrentados a una elección, y por lo tanto la franja (que se emite a las 20.40 horas) ocupó el espacio de las teleseries". Y aunque en general hay reticencia a ponerle la lápida al horario vespertino para las telenovelas, Héctor Noguera da una visión fatalista: "Es probable que se estén desgastando las teleseries a esa hora. Pero acá hay algo claro: lo que cambió es el hábito de las nocturnas".