A más de un mes de sufrir un atentado que casi le costó la vida, el Presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, apareción hoy en la televisión estatal con un aspecto irreconocible, con quemaduras en el rostro y el cuerpo inmóvil, producto del tratamiento que está recibiendo en Arabia Saudita.
Desde la capital, Riad, Saleh, que vestía una galabeya blanca (túnica árabe), un turbante y llevaba las manos vendadas pronunció un breve discurso, en que llamó al diálogo para superar la crisis interna en su país y convocó para este objetivo a todas las fuerzas políticas.
Subrayó que su gobierno apoya "la libertad de expresión y las opiniones del otro siempre que sea de manera responsable". "Apoyamos el diálogo para alcanzar soluciones satisfactorias y apoyamos la participación de todas las fuerzas políticas sean opositoras o gubernamentales sobre un programa consensuado", indicó. En este sentido, dio la bienvenida a esta participación "dentro del marco de la ley y la Constitución basada en el pluripartidismo" y sin que ningún grupo imponga "sus condiciones o doble el brazo al otro".
Sin embargo, no hizo ninguna referencia ni a un posible regreso a Yemen ni al traspaso del poder, como recogía una iniciativa de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) firmada por la oposición yemení pero rechazada por el mandatario. La propuesta del CGG estipula un traspaso del poder al vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, en el plazo de un mes tras su firma y la celebración de elecciones dos meses después.
Tras el discurso de Saleh, sus partidarios salieron a la calle en varias ciudades yemeníes, como Saná y Taiz, para celebrar con disparos al aire y fuegos artificiales que Saleh sigue con vida, después de los rumores extendidos sobre su fallecimiento.
El mandatario se encuentra en Arabia Saudita desde el 4 de junio, al día siguiente de resultar herido en un ataque contra el Palacio Presidencial en el que murieron siete guardaespaldas y varios dirigentes resultaron heridos.
En este tiempo, el Presidente ha sido sometido a ocho operaciones en el hospital militar de Riad, según él mismo detalló.
Yemen es escenario de protestas desde finales de enero, en las que la oposición pide la caída de Saleh y la introducción de reformas políticas en el país, el más pobre de la península Arábiga.