La República Checa es un destino muy amigable para los amantes de la bicicletas, quienes pueden descubrir rutas aptas para todos los niveles. Los itinerarios de montaña o de largo recorrido son los que ofrecen una mayor dificultad, pero lo que más elije la gente son las excursiones que atraviesan los viñedos, monumentos históricos o balnearios, perfectas para ciclistas novatos y para la familia.
Una de las últimas rutas, es la que recorre el Telón de Acero, que atraviesa el Viejo Continente por los lugares donde antaño se dividía Europa, aunque la señalización aun no está terminada, se puede tomar el viaje sin ningún problema.
Durante el tramo checo, que comienza cerca de Hradice en la frontera de Bohemia del Oeste con Alemania, se pasa por Trojmezí, el asentamiento más antiguo de la región; antiguos checkpoints a lo largo de la carretera usada por los convoys militares, además se puede ver una torre de vigilancia de piedra bien conservada, cerca de Zelené Hory.
Antes de llegar a Cheb, el ciclista se encontrará el checkpoint de Svaty Kriz, donde se erige un monumento conmemorativo a las víctimas. El sendero cruza tierras de tradición minera en Bohemia del Sur, lagos y un parque de ciervos en el Área protegida de Trebonsko, cerca de Trebon, localidad que es Patrimonio Mundial de la Unesco.
Cerca de la frontera con Austria, las siguientes fases del viaje invitan a una parada en una de las localidades checas vinícolas más populares, Mikulov, ya en Moravia del Sur, así como en el complejo palaciego Lednice-Valtice.
Cerca, en la reserva de ciervos Soutok, se pueden ver partes de la "cortina de hierro", usado como vallas para acotar a los animales. Este viaje a la memoria checa finaliza en la confluencia de los ríos Morava y Dyje, a 14 kilómetros al Sur.
RUTAS ALTERNAS
La ruta del río Elba, es una excursión de casi 400 kilómetros, en la que se pueden descubrir llanuras, valles y ciudades históricas.
El sendero Greenway Praga-Viena, se adentra por las onduladas tierras de Bohemia Central y del Sur hasta Moravia del Sur.
La Ruta Paneuropea Praga – Pilsen, ideal para los más avanzados ciclistas que pueden tomar como partida la capital checa y dirigirse hacia la ciudad que da nombre a la cerveza rubia.
Otra opción es combinar el esfuerzo del ciclismo con relajantes tratamientos termales. Para los expertos que recorren las montañas de Jeseníky, en el Noreste del país pueden relajar su cuerpo y mente en el Balneario Priessnitz o en el de Karlova Studánka.