En una accidentada sesión, y después de mucha confusión, el Senado de Brasil aprobó este martes por 50 votos a favor, 26 en contra y una abstención el proyecto de ley de reforma laboral. Impulsada dentro del programa de ajustes del Presidente Michel Temer para recuperar la confianza de los mercados y sacar al país de la recesión, la normativa es considerada por el arco opositor y los ámbitos gremiales como un duro ataque contra los derechos de los trabajadores.
Se trata de la primera gran reforma a las normas laborales en siete décadas. Tras la votación del Senado, el proyecto será enviado a Temer para que lo firme y lo convierta en ley.
Los debates en el Senado se iniciaron poco antes del mediodía con encendidos discursos de la oposición. Tres senadoras ocuparon los asientos en el estrado e impidieron al presidente del Senado, Eunício Oliveira, tomar su lugar. Visiblemente irritado, Oliveira suspendió la sesión y ordenó apagar los micrófonos y cortar la electricidad del recinto, que quedó a oscuras.
Otras senadoras y diputadas se sumaron a la protesta, transmitiendo en vivo por las redes sociales el bloqueo. Después de más de siete horas de suspensión, Oliveira reinició la sesión, pero los senadores de oposición no se separaron de su lugar. Sentándose en una silla más pequeña, no pudo utilizar su micrófono, por lo que se vio obligado a dirigirse a gritos con sus colegas para retomar el debate.
"Estoy profundamente choqueado con lo que estoy viendo hoy. Ya esperé por más de siete horas. El problema no es el mérito de la materia. Es la desmoralización de la Cámara. Es la primera vez que veo eso en la vida", se lamentó Oliveira al volver al plenario, después de una larga tarde de negociaciones, según informó el diario Folha de Sao Paulo.
En víspera de votación, la prensa local pronosticaba que la propuesta sería aprobada por estrecho margen, pese a que el 58% de los brasileños se opone a ella, según una reciente encuesta Datafolha. Además, los sindicatos realizaron una huelga general el 29 de abril y organizaron jornadas de protesta para denunciar el "retroceso" social de los planes de ajuste del gobierno.
Según France Presse, la nueva normativa dará preeminencia a los acuerdos negociados por sector o empresas sobre la legislación vigente. Asimismo, prevé la posibilidad de parcelar las vacaciones hasta en tres períodos y autoriza la "jornada intermitente", con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual. Además de determinar el fin de la cotización sindical obligatoria, la propuesta también facilitaría la contratación de trabajadores temporales, incluso por períodos largos.
Previo a la votación de este martes, los aliados del Presidente estimaban que el triunfo de la ley laboral le daría un espaldarazo antes de que la Cámara de Diputados vote para decidir si lo suspenderá y llevará a juicio por corrupción.
Así lo consignó el diario O Estado de Sao Paulo, que destacó que la aprobación de la reforma laboral "es una gran victoria política del gobierno de Temer que necesita dar muestras de fuerza política en medio de las acusaciones contra el Presidente de la República en el propio Congreso".
Si dos tercios de los diputados votan en contra de Temer, el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, asumiría el poder hasta que la Corte Suprema lo destituya permanentemente o lo declare inocente. El relator de una comisión de la Cámara sostuvo el lunes que existen "indicios serios y suficientes" para encaminar a la Corte Suprema una denuncia contra Temer, por "corrupción pasiva".