Con el fin de incentivar a los jóvenes a permanecer en la escuela y reducir las elevadas tasas de deserción que se registran en Brasil, el Presidente Michel Temer presentó un nuevo modelo de enseñanza media que junto con flexibilizar el currículo y expandir la implantación de escuelas de tiempo integral, también podría terminar con la obligatoriedad de las asignaturas de Artes y Educación Física.
Según el diario Folha de Sao Paulo, la iniciativa presentada el jueves por Temer provoca la mayor alteración a la Ley de Directrices y Bases de la Educación, de 1996. Los cambios propuestos serán llevados ahora al Congreso por medio de una Medida Provisoria (MP), para acelerar la tramitación legislativa. El Ministerio de Educación prevé que los cambios comiencen a implementarse a los alumnos a partir de 2018.
Actualmente, todos los alumnos de enseñanza media deben cursar 13 ramos obligatorios en tres años. Con los cambios propuestos, los estudiantes seguirán una Base Nacional Común Curricular (aún en discusión) y podrán seguir diferentes “itinerarios formativos”, con énfasis en cinco áreas de conocimiento obligatorias: lenguajes, matemática, ciencias de la naturaleza, ciencias humanas y formación técnica profesional.
Así, la enseñanza del portugués y matemática serán obligatorias y mantendrán su actual carga horaria, pero en las otras tres áreas cada alumno tendrá derecho a escoger un peso mayor en las que le resultan más interesantes, a fin de comenzar a formar su perfil de cara a la universidad. El inglés también se volverá obligatorio, pero no necesariamente para los tres años.
Tras la publicación ayer de la MP en el Diario Oficial, el texto mantiene los extractos polémicos que retiran la obligatoriedad de las disciplinas de Artes y Educación Física en esta etapa, aunque el Ministerio da Educación garantiza que ellas seguirán en la malla curricular por lo menos hasta la definición de la Base Nacional Común Curricular, apuntó el diario O Estado de Sao Paulo.
Si bien algunos expertos elogiaron la implementación de la flexibilidad en la enseñanza media, también criticaron la posible exclusión de algunas asignaturas. “Yo soy súper favorable a la flexibilización. Es una forma de conseguir avanzar, salir del cuello de botella de la enseñanza media, y proporcionar contenidos diversificados para que los jóvenes aproximen su formación con su proyecto de vida”, dijo a O Globo Priscila Cruz, presidenta ejecutiva de Todos por la Educación.
José Paulo Neves, miembro del Movimiento por la Valorización del Profesor de Educación Física, cuestionó la eventual exclusión de ese ramo. “Una medida como esa automáticamente disminuye el potencial de cobertura de la disciplina. Es una atrocidad con la salud de los adolescentes”, señaló.
Pero Temer defiende los cambios, argumentando que “hay que dar opciones curriculares, no imposiciones”.
Otra de las propuestas apunta al aumento de la carga horaria mínima anual de la enseñanza media, que pasada de las actuales 800 horas a 1.400 horas.
Asimismo, en la reforma se instaura una política de fomento a las escuelas de tiempo integral, que implica aumentar progresivamente la jornada escolar de cinco a siete horas diarias en la red pública.
La meta es incluir a 257 mil jóvenes en este régimen en 2017 y la misma cantidad al año siguiente. Para ello Temer anunció una inversión de 1.500 millones de reales (US$ 468 millones) hasta 2018.