Pese a la rechifla generalizada, a las críticas lanzadas desde la dinastía Jackson y a las sospechas policiales, hay un puñado de personas que celebraron el retorno de Conrad Murray a su trabajo el pasado lunes: sus pacientes más cercanos. Así al menos lo revelaron sitios como TMZ, dando cuenta de los aplausos y las pancartas de bienvenida que inundaron su consulta en Houston, pese a que es apuntado como el principal sospechoso en la muerte de Michael Jackson.
Nadeen Warren es una ciudadana estadounidense que a partir de 2002 comenzó a tratarse un problema en los músculos del corazón en el Global Cardiovascular Associates de Las Vegas, la institución donde trabajaba el cardiólogo antes de asumir por completo el cuidado del cantante. Ahí se convirtió en su amiga, confidente y paciente habitual, por lo que comparte la sensación de toda la clientela de Murray: "Me alegra mucho que un hombre amable y preocupado como él vuelva a trabajar", asegura a latercera.com la mujer que hoy trabaja como profesora en Las Vegas.
Luego sigue: "Puedo entender cómo se sienten los pacientes, porque él es un profesional preocupado en extremo. Está encima de todos sus enfermos, es cuidadoso, establece relaciones de amistad que van más allá de lo médico. Creo que él sólo cometió un error terrible, pero no me parece que sea un asesino".
Eso sí, Warren teme a que el acoso policial y la condena social termine con el peor desenlace. "Él va a vivir bajo la lupa de todos, bajo la mirada de los que lo acusan y dicen que es un criminal. Cargar con esa responsabilidad será muy difícil, por lo que no sé si fue buena idea volver a una consulta. Mi temor es que termine en la cárcel, que pierda su licencia para siempre y se suicide. Es una persona muy sensible y sé cómo le están afectando estos temas".
Pese a que desde mayo pasado que no se atiende con el facultativo y cambió de cardiólogo para seguir con su tratamiento, hoy Warren asegura que volvería a su consulta. "Me gustaría mucho retornar a su oficina, no sólo por un asunto médico, sino que también para conversar de esto cara a cara". Eso sí, la mujer asegura que, pese al respeto y estima que guarda por Murray, existe un cierto perfil oportunista que siempre lo caracterizó.
"Es verdad que él necesitaba plata y quería tener más trabajo. Eso no se puede negar. Por eso, se debe haber sentido fascinado con Michael y con un trabajo como ése. Lástima que un error lo hundió, aunque no creo que sea un hombre malo", remata.