"Esta es una experiencia inédita incluso a nivel mundial, porque en Inglaterra, donde se han hecho más estudios sobre el confort ambiental y calidad del aire al interior de las viviendas, se hacen mediciones muy puntuales y por un corto periodo", dice Francisco Leiva, líder de Eficiencia Energética de Fundación Chile, organismo técnico a cargo de la Red Nacional de Monitoreo de Viviendas (Renam).
Este proyecto es una iniciativa del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que mide a través de sensores cuatro parámetros sensibles al interior de una vivienda: temperatura, humedad, ruido y dióxido de carbono (CO2). Con el mismo tipo de tecnología, también se verifica la temperatura y humedad.
El diseño de la red comenzó en 2015, pero el pasado mes de mayo arrojó sus primeros resultados. Por ejemplo, el promedio de temperatura interior en la comuna de Las Condes fue de 18 °C, mientras que en La Pintana fue de 14 °C.
Desde el ministerio dicen que la temperatura óptima debería estar entre 18 °C y 24 °C, por lo que una vivienda que está bajo el estándar tiene una desventaja, porque implicará mayores requerimientos energéticos, mayor propensión a enfermedades de sus ocupantes y, por tanto, más gastos y menor confort.
A nivel general en la Región Metropolitana (RM) las comunas de la zona oriente alto anotaron 17 °C y las viviendas de la zona poniente 15 °C.
Red se expande
Con la información de esta red el Minvu levantará una base de datos, con la que se desarrollarán estudios para mejorar la construcción de viviendas en el país. "Si incorporamos criterios de sustentabilidad para generar mayores condiciones térmicas de las viviendas, ya sea elevando las normas en este ámbito o acondicionando térmicamente las construcciones existentes, logramos un mayor nivel de bienestar en la vida de las familias, un menor consumo de energía y disminuimos las emisiones al medioambiente", dice la ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball.
Hasta ahora se han instalado dispositivos en 195 viviendas en tres zonas del país: 140 en Santiago, 45 en Valparaíso y Viña del Mar y 10 en Coyhaique. La meta es llegar a 300 monitores instalados este año, en casas y departamentos de distinto origen, ya sea condominios sociales o viviendas privadas, y de distintos nivel socioeconómico y materialidad, explica Francisco Leiva.
Cuando se instalen todos los aparatos concluirá la marcha blanca de este proyecto que tendrá una duración de tres años.
Leiva agrega que la red se ampliará este año a Antofagasta y Temuco, en esta última comuna se medirá el material particulado fino al interior de las viviendas, para lo cual ya están evaluando qué tipo de tecnología utilizar. Los sensores de la firma Netatmo que hoy se utilizan son importados y requieren de WiFi para transmitir los datos a la red. El que va al interior de la propiedad se conecta a la energía eléctrica y el que está exterior funciona con pilas.
Humedad y CO2
Durante mayo también se obtuvieron datos de humedad relativa. Aquí también se presentan diferencias: mientras en Las Condes el promedio fue de un 54%, en La Pintana fue de 62%. La humedad óptima debe estar entre un 40% y 70%, ya que niveles elevados generan hongos dañinos para las personas y la integridad de las viviendas. En este parámetro, las comunas de la zona poniente de la RM están en 70%, mientras que las de la zona oriente alto en 60%.
El CO2, que puede provocar dolores de cabeza en exposiciones de más de ocho horas, registró un promedio en Las Condes de 696 ppm (partes por millón), mientras en La Pintana se registraron 1.029 ppm. El umbral recomendado en esta categoría está entre 400 ppm y 1.000 ppm.
Los resultados de esta medición en las comunas de la zona oriente alto fueron de 660 ppm y en las del poniente 1.550 ppm. Al registrarse valores fuera de norma, en cualquiera de los parámetros se envían recomendaciones vía mail. Por ejemplo, si el CO2 es alto se debe ventilar la vivienda.