Los fuertes temporales que azotan Bolivia desde septiembre pasado dejaron 38 muertos hasta el momento y obligaron a miles de familias a abandonar sus viviendas por las inundaciones, según el reporte del Ministerio de Defensa difundido este jueves.
La situación más crítica se registra actualmente en el departamento amazónico de Beni, donde la crecida de los ríos por las intensas lluvias cubrió de agua algunos poblados.
Allí, con el agua hasta la cintura, los lugareños intentan salvar algunas de sus pertenencias trasladándose a lugares más altos donde se han instalado refugios.
"A la fecha son 44.242 familias afectadas en 113 municipios (casi un tercio del total) y 38 fallecidos", informó a medios locales el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, desde Rurrenabaque, ciudad amazónica del noreste fuertemente asediada por la crecida de los ríos.
Las intensas lluvias han destruido además, en diverso grado, unas 17.500 hectáreas de tierras cultivables.
El foco de la alerta estaba puesto este jueves en Trinidad, la capital de Beni, de unos 92.500 habitantes, donde está latente el riesgo de inundación por la crecida del río Mamoré que bordea la población.
"UN GOLPE DE AGUA"
"Estamos esperando un golpe de agua", afirmó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en diálogo con periodistas desde la ciudad de Trinidad.
Quinta explicó que, en previsión de la fuerte riada, el gobierno está movilizando "todo lo que son albergues transitorios" y armando carpas para recibir a quienes resulten afectados.
"El comando militar se va a encargar de hacer los rescates, de hacer la evacuación de todas las familias", acotó el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera.
La Federación de Ganaderos de Beni proyectó en 21 millones de dólares las pérdidas por las 42.000 cabezas de ganado ahogadas por los temporales de la época de lluvias.
La temporada de lluvias, que suele comenzar en noviembre y durar hasta febrero, se anticipó esta vez a septiembre y se extenderá hasta marzo, según pronósticos del Servicio de Meteorología.
"Entre enero y febrero las lluvias han superado (las previsiones) en un 200%, en algunas localidades, y en otras hasta en un 500%", informó a la agencia de noticias AFP la pronosticadora del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología Cristina Chirinos.
Los departamentos más azotados por las tormentas hasta el momento son Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y La Paz.
La crecida de los ríos alcanzó también al norte de La Paz, donde las plantaciones de arroz, yuca (mandioca), banano y cítricos estaba virtualmente perdida, según el alcalde de la región de Alto Beni, Joaquín Benito.
Las rutas que conducen de La Paz a Beni han comenzado a verse erosionadas por las aguas, tanto que la Policía de Tránsito ordenó reducir el límite de velocidad de 60 km/hora "al mínimo de 20 km".
El gobierno decretó a fines de enero la emergencia nacional para activar la utilización de recursos económicos y la movilización de personal de salvataje y militares, así como aviones de la Fuerza Aérea, para hacer frente a la crítica situación.