El correo remitido a la Federación de Tenis de Chile por una agencia polaca preocupada por inusuales movimientos en tres partidos del Futuro Chile 5, disputado en Talca, remeció el ambiente y puso en tela de juicio una serie de llamativas situaciones.
En el Futuro Chile 6, que se jugó en Santiago la semana siguiente, también hubo un conflicto. Un jugador nacional reclamó por la falta de actitud de su rival -también chileno- en su partido.
No obstante, existe un nuevo antecedente que data del primer semestre de este año: un tenista chileno denunció ante la ITF a varios de sus compatriotas, información que está en conocimiento de la Unidad de Integridad del Tenis (TIU, por sus siglas en inglés). Y si bien desde la Fetech dicen que no han recibido una notificación oficial, varias fuentes comentan que la TIU trabaja hace varios meses siguiendo a los sospechosos.
El denunciante presentó el reclamo molesto por las constantes anomalías en partidos de jugadores chilenos, según cuentan conocedores del recurso presentado: "A él le indigna que estén sucediendo estas cosas, porque el tenis está siendo ensuciado por inescrupulosos que no respetan la profesión".
Sobre lo sucedido en Talca, el director del certamen y ex árbitro internacional de la máxima categoría, Pedro Bravo, explica que "en primer lugar me gustaría aclarar que el torneo no está bajo ningún cuestionamiento, sino que lo advertido es un tema individual de los jugadores, si es que lo cometieron, y la organización no tiene nada que ver con estos hecho".
El ex juez entrega detalles inéditos del episodio. "Esta comunicación me llegó a mí y yo se la transmití inmediatamente a la Federación de Tenis de Chile y a la Federación Internacional. Ellos, luego manejan la información y entregan los detalles de forma confidencial a la Unidad de Integridad del Tenis, que bajo sus protocolos, inicia las investigaciones correspondientes", precisa.
Bravo explica que entregó los antecedentes como una clara señal de transparencia. "Yo lo envié porque el torneo no puede ser cómplice de este tipo de situaciones, si es que las hubiera", apunta.
De hecho, la TIU establece en uno de sus puntos que la falta de cooperación es considerada como una grave falta que acarrea graves sanciones para quienes incurran en esto: "Para que no haya dudas, la omisión de cumplir con la obligación de informar por parte de una persona incluida; y/o la omisión de cumplir con el deber de cooperar establecido por la sección F.2 constituirá un acto de corrupción para los fines del Programa".