Hablar de Marco Antonio Figueroa es hablar de fútbol, pero también de incendios. Y desde el pasado fin de semana, luchan en Calama por sofocar las llamas generadas tras la última polémica desencadenada por su DT. La dolorosa derrota sufrida por el cuadro loíno en el clásico minero ante Cobresal, encendió la mecha. Y el Fantasma, que pese a su sobrenombre gusta poco de pasar desapercibido, buscó responsables dentro del camarín, y terminó por encontrarlos. Con unas misteriosas declaraciones al término de dicho partido, el técnico natural de San Felipe anunciaba su intención de marginar del equipo a tres futbolistas que, en su opinión, remaban a contracorriente.
Patricio Troncoso, Álvaro López y Sebastián Contreras, que presuntamente se habrían reunido con el ex presidente de la entidad, Javier Maureira, antes del duelo de la pasada fecha, fueron los señalados. Entendía Figueroa que dichos futbolistas habían recibido presiones de la ex dirigencia para rendir por debajo de su nivel. Cierto o no, los jugadores fueron cortados por el estratega y comenzaron la semana ejercitándose al margen del resto del plantel. "Los jugadores pueden reunirse con quienes ellos quieran, pero el club nunca ha creído que puedan estar involucrados en algo así", confiesa Sebastián Vivaldi, dirigente de Cobreloa, antes de ofrecer la versión oficial a propósito de dicha marginación: "Troncoso y López trabajaron de forma separada por un motivo de baja en su rendimiento, en su trabajo, pero hoy (por ayer) ya entrenaron todos juntos, al mismo nivel". Siempre según las palabras de Vivaldi, los otros dos jugadores que realizaron trabajo específico, Gustavo Cristaldo y Sebastián Contreras (en principio el tercer señalado), lo hicieron "por problemas musculares".
Sea como sea, y pese a que desde la dirigencia del cuadro loíno tratan de minimizar el problema asegurando que los jugadores marginados "prometieron al técnico mejorar su rendimiento" y que "ningún futbolista se ha planteado nunca denunciar al entrenador", lo cierto es que el último terremoto institucional desatado por Figueroa ha hecho tambalearse los cimientos de un club que es penúltimo en la tabla de coeficiente de rendimiento.
Regreso al pasado
La peor noticia para Cobreloa, sin embargo, es que basta con echar un breve vistazo al currículum del DT para comprender que no se trata de un hecho aislado. Y es que en al menos 4 de los 6 equipos chilenos en los que ha dirigido el Fantasma, los encontronazos con los futbolistas han estado a la orden del día. Milovan Mirosevic y Cristopher Toselli, en Universidad Católica; el arquero Gustavo Dalsasso, en su estadía en Everton; o Pato Rubio, Ramón Fernández, Osvaldo González y Pepe Rojas; en su paso por la U, tuvieron sus más y sus menos con Figueroa. En sus anteriores aventuras en Calama, el ex futbolista ya había dejado para el recuerdo una acalorada discusión en plena cancha con Rodrigo Mannara y los más recientes enfrentamientos con Luciano Palos y Sebastián Roco, marginados también en su momento por el controvertido DT.