A las 10 de la mañana comenzaba el entrenamiento de Colo Colo en Pedreros. Sin embargo, eran las 11.30 y en las canchas del estadio Monumental había pájaros, arcos y conos. De todo, menos jugadores. Mientras tanto, en las afueras del recinto, una veintena de hinchas esperaban impacientes por ingresar, al igual que los medios de comunicación, ya que la práctica era abierta.

Minutos después, los futbolistas del Cacique por fin aparecieron. Sin embargo, a la prensa no se le permitió el acceso. "Reuniones pendientes" fue el motivo esgrimido desde el departamento de comunicaciones de Blanco y Negro. Es probable, incluso, que no hablen más con la prensa hasta que termine el actual certamen.

En ese mismo instante, los directores Aníbal Mosa y Leonardo Battaglia; el gerente general Alejandro Paul y el abogado del club Nicolás Vial, conversaban con el plantel, especialmente con Julio Barroso, castigado con ocho partidos de suspensión por infringir el artículo 68e del Código de Procedimiento y Penalidades de la ANFP.

Bajo un intenso calor, la idea de los directivos era transmitirle calma y explicarle al grupo los pasos que se iban a seguir, es decir, la apelación y la orden de no innovar que se presentarían ayer ante la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina. En ese sentido, en el directorio quisieron dar una señal de unidad con el plantel, luego de que referentes del equipo dejaran en claro que hay una relación distante entre ambos estamentos.

"Con ocasión de dicha reunión se le ha entregado a Julio Barroso el más absoluto e irrestricto respaldo, al igual que al resto del plantel, garantizándole su apoyo, defensa y asesoría legal en todo momento y en todas las instancias que sean pertinentes", explicó la institución a través de un comunicado en su página web.

Tranquilo y molesto

Al defensa albo no le gustó para nada ser castigado con ocho fechas. Pese a esto, quedó tranquilo con el apoyo que sus compañeros, la concesionaria y los hinchas le brindaron en Pedreros.

Así lo confirma Braulio Leal, ex compañero del argentino en O'Higgins. "Sé que Julio está tranquilo con las declaraciones que dio. Obviamente, desde el momento en el que le notificaron la denuncia sabía que iba a venir un castigo. Todos estamos de acuerdo con la libertad de expresión, pero también hay un reglamento que lo podía sancionar, aunque el castigo me parece exagerado. Es normal que esté molesto", explicó desde Rancagua.

El mediocampista, formado en Colo Colo y campeón en 2002, describe la forma de ser del defensa. "Es tranquilo y muy maduro, pero frontal. No anda hablando por detrás y cuando había que decir algo de frente con los cuerpos técnicos siempre lo decía. Es muy transparente y muy buen compañero", comentó el volante celeste.

En lo deportivo, 2014 ha sido un año exitoso para Colo Colo. Sin embargo, aquello no ha bastado para alejar las polémicas de Macul. Pareciera que están a la orden del día.

Ni siquiera ahora, a días del partido más importante del campeonato, el ambiente está tranquilo. Si bien ayer en la reunión de 90 minutos que sostuvo el plantel  en el vestuario, previo a la práctica, la idea de no presentarse resurgió en un momento, finalmente fue desechada.

Igualmente, ByN aceleró las tratativas con Paulo César da Silva, defensa de Toluca, sobre todo ante la posibilidad de que el castigo al zaguero aumente luego de la apelación a la Segunda Sala.

Por otro lado, el buen nivel de Barroso en la temporada ha despertado el interés de equipos extranjeros, entre ellos, de México. Ricardo Peláez, presidente deportivo del América de México, afirmó que "conozco a Barroso, es un buen jugador, pero no es cierto que estemos interesados en él".

Como sea, en el Monumental se habla más del caso Barroso que de Wanderers.